El Presidente Andrés Manuel López Obrador no tuvo una buena semana y la culminó el Tamaulipas, en la esquina norte allá en Nuevo Laredo, de donde se fue igual que como llegó, con cara de fuchi, como molesto, pero sobre todo sin respuestas a los tamaulipecos que en voz del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca le han reclamado lo que por justicia nos corresponde.
Así es mis queridos boes, de entrada hay que decir que pese a las evidentes diferencias entre el gobierno estatal de Cabeza de Vaca y el federal de López Obrador, la relación de quienes los encabezan no se ha llegado a los límites de rompimiento como alguna vez ocurrió con Enrique Alfaro de Jalisco y más recientemente con Javier Corral de Chihuahua. Entre Cabeza de Vaca y López Obrador todavía puede más la diplomacia y el respeto a los cargos, aunque de parte del de la 4T es claro el desdén por hacer justicia hacia Tamaulipas, a pesar de ser el segundo estado que más aporta a las finanzas de la Federación vía impuestos.
La cara agria de AMLO al llegar ayer a Tamaulipas era muy entendible, la semana que terminó le trajo noticias de malas a peores para su gobierno, su partido y para él como cabeza de ambos.
El domingo pasado MORENA perdió las elecciones en Coahuila e Hidalgo, el ganón fue el PRI, cuya victoria fue ratificada a media semana. Y aunque la 4T quiso minimizar el descalabro, quedó claro que los millones de dádivas en esos estados no le funcionaron y que aquello de que el 80% de los mexicanos le apoyan es otra de sus mentiras. Otra mala noticia llegó desde Estados Unidos, donde legisladores federales le escribieron al aún presidente Donald Trump para pedirle su intervención ante el incumplimiento de México al espíritu del T-MEC.
La noticia provocó reacciones por todos lados, luego de que la empresa Iberdrola que tiene invertidos miles de millones de dólares en el país anunció que no pondrá un peso más en México ante la política energética de la 4T. Los gringos y hasta empresarios mexicanos advirtieron que la política energética, que tras la carta defendió el sábado AMLO en Coahuila generará salida de capitales y espantará a posibles inversores.
Y aunque dio a entender que le vale, el presidente está en una encrucijada, porque sus reacciones y su terquedad pueden significar el peor obstáculo para sacar a México de la peor de las crisis que se conoce. El viernes, como si no fuera suficiente, fue dado a conocer el resultado de la encuesta con la que se decidió la dirigencia nacional de MORENA, que tiene dos años sin poder elegir a un presidente.
Mario Delgado, luego de haber salido por debajo de Porfirio Muñoz Ledo en las dos anteriores, esta vez salió arriba y se perfila para ser el dirigente, pero el conflicto lejos de terminar se agravó, luego de que el viejo Porfirio dijo que la encuesta había sido un cochinero, acusó a Delgado de gastar y desviar millones de la Cámara de Diputados para ganar. Y cerró con la peor, el sábado sus fanáticos fueron citados en el Paseo de la Reforma en la CDMX para participar en la que llamaron “LaMarchaDelMillon, que se suponía sería la respuesta contundente a FRENAA y las manifestaciones que esta agrupación que se mantiene ocupando parte del Zócalo.
El resultado fue desastroso para AMLO, del millón que se esperaba, no fueron más de 6 mil simpatizantes, muchos menos que los que convocaron sus contrarios.
La propia Secretaría de Gobierno de la CDMX reportó solo 5 mil 700 participantes, lo que revela que la capacidad de movilización de las huestes pejistas puede estar perdiendo fuerza. Obvio que dirán que el propio López dijo que no fueran, que lo dejaran para luego, pero ese llamado es lo mismo que cuando dice que respeten a la prensa y la fanaticada se lanza hasta amenazar de muerte a los comunicadores.
Por eso AMLO no andaba de buenas ahora que estuvo ayer en Nuevo Laredo, mucho menos porque ahí sus operadores tampoco lograron acarrear lo suficiente para apabullar a los que reconocen el trabajo del gobierno local. Y fue en ese marco, en el que el gobernador Cabeza de Vaca volvió, a exigirle a AMLO justicia hacia Tamaulipas, ahora en el tema del agua, luego de que la CONAGUA decidió pagar el adeudo con Estados Unidos con agua que le corresponde a los productores y a los consumidores de varios municipios del norte de la entidad.
“No vamos a pedir nada que por ley o por derecho le corresponda al pueblo de Tamaulipas”, le dijo Cabeza de Vaca. “Exigimos que se aplique la ley estableciendo el derecho en la cuenca del Río Bravo, que se pueda reponer el volumen utilizado para el cumplimiento del tratado de 1944, que el volumen que existe en la cuenca sea distribuido de manera equitativa y legal, resarcir económicamente las pérdidas provocadas por la falta de volumen de agua por los ciclos donde la asignación fue menor a la que teníamos derecho”.
El año pasado, explicó Cabeza de Vaca, los usuarios tamaulipecos de la cuenca del Río Bravo solo recibieron el 46% del total al que tienen derecho, lo que significó pérdidas por 2 mil millones de pesos afectando a 70 mil familias. Más claro, ni el agua que le robaron a Tamaulipas, el caso es que como cuando el gobernador le exigió justicia en el reparto de los recursos federales donde el Estado solo recibe unos 14 centavos de cada peso que aporta, tampoco hubo respuesta por parte de AMLO.
Esta vez, molesto, porque se oían gritos de fuera fuera de simpatizantes de FRENAA, solo hablo 3 minutos y dio por terminado su discurso y se fue. Una semana para olvidar la de AMLO.