En 2019, Tamaulipas recaudó 63 mil 356 millones de pesos vía impuestos. No obstante, solo recibió por transferencias federales 15 mil 204 millones de pesos.
Guerrero, por su parte, apenas captó mil 181 millones de pesos. A cambio de ese paupérrimo nivel de recaudación, la Federación le entregó 17 mil 703 millones de pesos.
Lo mismo sucedió con Oaxaca: amparado en su histórico subdesarrollo (producto de la corrupción de su elite política), solo recaudó mil 268 millones de pesos y recibió, como si fuera un ‘premio’ a su baja recolección fiscal, 18 mil 312 millones de pesos.
Esa es parte de la molestia que tienen y expresan los estados que integran la Alianza Federalista en contra del gobierno de la Cuarta Transformación. Son entidades con una mejor recaudación, pero que reciben menores aportaciones y participaciones federales que aquellas cuya recaudación es una franca burla para el Pacto Fiscal que rige en el país.
También existe razón si la perspectiva utilizada es desde el gobierno central: la Federación recauda poco más del 90 por ciento de los recursos por la vía de impuestos. Los estados captan impuestos por debajo del 10 por ciento. Es una desproporción y no existe comparación.
El tema de fondo, aunque pocos lo quieren abordar por el costo político que representa, sobre todo con una elección que está a la vuelta de la esquina, es la imperiosa necesidad de mejorar el cobro de impuestos en México para incrementar la recaudación y, por tanto, fortalecer la distribución del presupuesto de egresos a fin de atender las múltiples demandas que existen en salud, educación, bienestar social, seguridad pública e infraestructura.
Un dato lo dice todo: fiel a su costumbre, México ocupa el último lugar en materia de recaudación fiscal entre los países que integran la Organización para la Competitividad y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El promedio de recolección de impuestos de las naciones que integran el organismo es de 34.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Nuestro país está por debajo de la mitad: apenas 16.1 por ciento del PIB. Así, simple y sencillamente no se puede financiar el progreso.
Cierto, México necesita un nuevo Pacto Fiscal que premie a los estados que más contribuyen con la Federación sin dejar de prestar ayuda a las entidades más rezagadas (un equilibrio más justo), pero también se requiere que las entidades (y el gobierno federal) cobren más impuestos con la implementación de una Reforma Hacendaria. Ese es el camino.
LOS DELEGADOS MUNICIPALES PRIISTAS
Edgar Melhem trata de no experimentar y aplica el manual político tricolor al pie de la letra: entregó los nombramientos a los delegados que representarán al Comité Directivo Estatal ante los municipios para organizar y supervisar los trabajos para afrontar el proceso electoral 2020-2021.
De esa forma, veremos al experimentado Sergio Guajardo, ex dirigente estatal, como delegado en Altamira; y al diputado local Florentino Sáenz Cobos operando en Ciudad Madero.
El dirigente estatal priista envió a un operador de su confianza a Tampico: Faisal Smer Silva, ex alcalde de Aldama y, por cierto, mega-cuate de Gustavo Torres Salinas (y de la profesora Magdalena Peraza Guerra).
A quien enviaron a Aldama como delegada fue a Griselda Carrillo Reyes, que anda muy movida con el Bloque Opositor de Altamira (BOA) y tratando de conciliar intereses en pugna.
Enrique Cárdenas del Avellano estará en Ciudad Mante y Copitzi Hernández tendrá harta tarea en Matamoros. Eliseo Castillo atenderá los temas de Nuevo Laredo, donde Yahleel Abdala es virtual candidata priista a la alcaldía.
Acompañado de la secretaria general, Mayra Ojeda, Edgar Melhem repartió las encomiendas con el objetivo de buscar los mejores resultados en cada municipio. La tarea no será nada fácil, pero el líder estatal tricolor respira optimismo.
OPCIONES DE MORENA EN ALTAMIRA…
Si bien las miradas se han concentrado en las aspiraciones de Armando Martínez y Ciro Hernández de alcanzar la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional a la alcaldía de Altamira, la realidad es que no se deben descartar otros nombres ante un giro inesperado y sorpresivo, como toda buena novela de suspenso, en el tramo final de la historia.
Si Morena quiere postular a un lopezobradorista de toda la vida y real creyente de los postulados de la Cuarta Transformación, ahí está el ingeniero mecánico Abraham Cruz, ex regidor morenista en el Cabildo del bienio pasado.
Sin tanto ruido, Luis Abraham Cruz ha logrado un posicionamiento que despierta simpatías entre diversos sectores sociales altamirenses.
Pero también se espera que levanten la mano Ricardo Vega y Pedro Zaleta. Afirman que no se les debe perder de vista. Ambos podrían inscribirse para la encuesta morenista que viene.
Por cierto, las posibilidades de que Ciro Hernández sea el candidato de Morena a la alcaldía de Altamira están a la baja.
Los antecedentes de 2018 y 2019 con la 4T, sumados a la reciente infracción que recibió Ciro del IETAM, generan desconfianza entre quienes muy pronto tomarán decisiones en el partido lopezobradorista.
ALMA LAURA PONE EN MARCHA OBRAS…
Mientras la temperatura política en Altamira comienza a subir, cosa normal cuando un proceso electoral ya se encuentra en marcha, la alcaldesa Alma Laura Amparán está en lo suyo: trabajando y dando ‘banderazos’ de arranque de obras.
Ayer, por ejemplo, dio inicio a la pavimentación a base de concreto hidráulico de las calles Sonora y Zacatecas de la colonia León F. Gual, de la zona centro-norte de Altamira, con una inversión superior a los 4 millones de pesos.
Y PARA CERRAR…
Por cierto… hablando de la zona norte de Altamira, Alma Laura Amparán se perfila a la candidatura de Acción Nacional a la diputación local por el Distrito 18, que abarca ese sector y la totalidad del municipio de Aldama.