19 diciembre, 2025

19 diciembre, 2025

LA COMPLEJIDAD Y LOS RETOS DEL 2021

COLUMNA HUÉSPED / MARIO LUIS FUENTES

Cada año nos plantea nuevos problemas y retos, sin embargo, hay momentos que, por la magnitud de las circunstancias que se enfrentan, nos imponen obstáculos que tienen niveles superiores de complejidad.

La pandemia de la covid-29 se ha prolongado mucho más allá de las proyecciones iniciales y hoy estamos ante el peor mo- mento desde su aparición, lo que nos ubica en lo que seguramente será uno de los momentos más difíciles de la humanidad en este siglo: las economías de todo el planeta enfrentan una semipará- lisis, en medio de un clima polí- tico enrarecido y con liderazgos regionales de tinte abiertamente antidemocrático, nacionalista y ultranacionalista, y contrarios al multilateralismo.

Después de un año, hay lecciones que pueden comenzar a ordenarse: 1) los sistemas de salud robustos son una condi- ción necesaria del desarrollo y para la capacidad de resiliencia de las sociedades: 2) los sistemas educativos más incluyentes, sus- tentados en un amplio y vigoroso sistema de generación de ciencia y tecnología son los que están enfrentando mejor los retos de la educación no presencial y la preparación para el retorno a las modalidades presenciales; 3) las economías basadas en modelos de desarrollo con alta inversión productiva y sostenible del Estado y con sistemas fiscales progresivos son las que están ga- rantizando mejores condiciones para su población.

La pregunta obligada es, entonces, cómo se encuentra nuestro país en esos rubros, por lo que es importante decir que estamos aún muy lejos de contar con un sistema de salud integrado, que garantice no sólo servicios médicos de calidad, sino que se vincule a un sistema de retiro que le dé perspectiva de vida digna a una población que está en un acelerado proceso de envejecimiento.

Es importante subrayar que fue justo en medio de la transi- ción del Seguro Popular al nuevo probados de funcionamiento ad- ministrativo, cuando no estaban listos los cambios estructurales en los esquemas de atención y cuando todavía no se tenía el reordenamiento del acuerdo federal para echar a andar el nuevo modelo de atención a la salud.

La reacción de las autoridades ha sido insuficiente y los saldos ya los estamos viendo: más de 125 mil defunciones en 2020 por la covid-19, a las que se deberán añadir las muertes en exceso por otros padecimientos como la diabetes, la hipertensión y los tumores malignos.

En materia educativa, tam- bién la pandemia nos golpeó en medio del proceso de “reversión” de la llamada “reforma educati- va” impulsada por la administra- ción anterior. Aún no se conso- lidaba lo que se llamó “la nueva escuela mexicana”, cuando se tuvo que implementar, sobre la marcha, el modelo de “aprende en casa”, del cual aún no se tiene claridad cuándo y cómo habrá de regresarse a una educación presencial, sobre todo ante la advertencia de la Organización Mundial de la Salud respecto a que la covid-19 muy proba- blemente se convertirá en un padecimiento endémico.

Desde esta perspectiva, pre- ocupan los resultados de México en la Prueba PISA 2018: las niñas y los niños de todo el país presentan muy pobres resultados para las áreas de ciencias mate- máticas y lenguaje, situación que se agravará seguramente duran- te lo que dure la pandemia. El reto, por supuesto, se encuentra en cómo hacer para recuperar el tiempo perdido para millones de niñas, niños y adolescentes, y cómo hacer para evitar que ten- gamos una “generación perdida” en materia educativa.

Finalmente, se encuentra el otro reto estructural: cómo generar los empleos necesarios, mediante un cambio estructu- ral del modelo económico que permita crecer para igualar a la población y para mantener un proceso permanente y sosteni- ble de generación de empleos formales y dignos.

Sin una reforma del Estado social de derecho que permita conducir hacia la construcción de un nuevo curso de desarrollo, México continuará a la deriva y expuesto a nuevas y quizá mayo- res crisis. De esta forma, lo que hagamos, pero también lo que no hagamos, habrá de definir el rumbo del país para las siguien- tes generaciones. No es poco lo que está en juego.

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS