El tendedero de acusaciones mediáticas de acoso y abuso sexual contra mujeres sigue visibilizando a personajes públicos de muy mal comportamiento. Algunos optan por el silencio, como Félix Salgado, como si calladitos se vieran más bonitos, otros más abogan por el desconocimiento de las causas feministas, como Andrés Roemer que atribuyen su mala conducta a una mala formación cívica. El caso es que con los vientos de marzo llegarán más develaciones que descobijarán a más hombres que desde su posición de poder se aprovechan de las mujeres.
En estos casos, basta con que una levante la voz, para que las demás víctimas se animen a contar sus historias, y entonces se comienza a armar el negro historial de prominentes personajes que caen en descrédito.
Y en este contexto de metoo, crisis de salud, económica y social exacerbadas para las mujeres, México se prepara para ser sede del Foro Generación Igualdad 2021, convocado por la ONU Mujeres y copresidido por los gobiernos de México y Francia, que tendrá lugar del 29 al 31 de marzo en nuestro país y en junio, en París.
Así que, un tanto apuradas por los compromisos internacionales, las mujeres del gabinete federal presentaron recientemente el plan que denominan “Proigualadad 20202024” así avanzado el 2021, proyectando acciones que no se ejecutaron el año pasado y planeado para los siguiente tres, estrategias de género que aún ni se sustentan, ni se definen.
Las “Mujeres en el centro de la transformación” es el discurso de las funcionarias federales que aseguran estar buscando acciones a favor de las mujeres.
En el evento de trámite, Olga Sánchez, Nadine Gasman, junto a la directora de ONUMujeres México, Belén Sanz, relataron las intenciones de su jefe, el presidente, para la implementación de políticas públicas con gran rezago en los derechos de las mujeres. El documento lo acabaron el año pasado, pero lo han presentado justo ahora, en medio, del reclamo generalizado de las feministas a la actual política de gobierno, se trata, dijeron las funcionarias, de un plan elaborado luego de consultar a las mujeres en 32 foros estatales a lo largo y ancho del país.
¿Por qué hasta ahora se presenta? Quizás, como decíamos apuradas por los eventos internacionales, pero también para tratar de enfriar, sin conseguir, las críticas feministas hacia la 4T.
El Proigualdad, es un acuerdo que se emite cada seis años, casi siempre justo al inicio del sexenio, hoy ya van con 2 años retraso, y les quedan solo 4 años para su implementación, se supone que es “la hoja de ruta” que todas las dependencias federales deben atender para tener políticas con visión de género, ¿Quién sabe con qué ruta trabajarían hasta ahora? Claro está que no en favor de las mujeres.
Llegando tarde a todo, más sí se trata de mujeres, este plan contiene los indicativos para que se formulen programas que impulsen créditos para emprendedoras, se aumente
el acceso de las mujeres a los servicios de salud, se fomenten contenidos de educación que prevengan la violencia contra las mujeres y se impulsen acciones en los partidos políticos para el respeto a los derechos de las mujeres. También este documento tardío contiene un proyecto de generar mapas de incidencia geográfica de feminicidios.
Ahora falta que se distribuya, se socialice entre los funcionarios y funcionarias de las dependencias y se haga valer. Mientras cambian el rumbo, México es referente internacional por la actual misógina y machista política pública.
Y el tendedero de denuncias se les puede romper por lo más delgado, con los vientos de marzo.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE