La primera semana de campañas no sólo sirvió para que los candidatos nos mostraran su gusto por la comida callejera, sus canciones favoritas o nos presentaran a sus mascotas en las redes sociales.
Los primeros siete días cumplidos el domingo, funcionaron como termómetro para confirmar que la pelea por los nueve distritos federales de Tamaulipas se reducirá, al final de cuentas, a dos proyectos: el que encabezan los candidatos de Acción Nacional, y el de la cuarta transformación, en el que van los de Morena, y en algunos distritos la alianza con el PT y el Verde.
Los demás, salvo en algún distrito que pudiera ser la excepción, serán comparsas en una elección que significa mucho para el futuro del país.
Así lo demuestran las primeras encuestas que empiezan a circular tras el inicio de las campañas De abajo para arriba: en el Distrito 8 de Tampico, Rosa María González Azcárraga llevaría ventaja, empujada por la preferencia que a su vez presume el alcalde Chucho Nader, quien va por la reelección.
La única manera de que Eduardo González Chavarría, el candidato de Morena, pudiera acercarse a San Lázaro, sería gracias a un nuevo tsunami electoral en favor de la marca Morena.
El problema del ex priísta es, precisamente, que la militancia local de ese partido no lo quería ver en la boleta.
En Madero y Altamira, el Distrito 7 está en una situación diferente. Por Morena, Erasmo González busca la reelección trepado en lo que parece una sólida alianza política con el alcalde Adrián Oseguera, que también busca un periodo más en el puesto.
Mientras que Joaquín Hernández Correa, el veterano hijo de la “Quina”, es la apuesta del PAN para recuperar esa curul.
Este distrito pinta para ser uno de los más peleados, si se considera que -aunque usted no lo crea y no se lo explique- en la urbe petrolera todavía sobrevive un dejo de nostalgia quinista; y por otro lado, que Madero se ha convertido un enclave morenista, que seguramente quieren apuntalar.
Por cierto, en ninguno de los municipios de la zona conurbada pintan los candidatos priístas.
En el Distrito 6, con cabecera en El Mante, se pondrá a prueba el liderazgo político de los Verástegui.
En la región cañera ya andan en campaña Vicente Verástegui por el PAN, y Hugo Rojo por Morena, a quien dicen las malas lenguas, se le ven pocas ganas de sacar el triunfo.
Mención aparte merece la situación del Distrito 5, porque la lucha política por Victoria tiene sus particularidades.
En primer lugar, porque quizás sería el único punto del estado, donde la competencia podría ser de tres: PAN y PRI con dos viejos conocidos, y Morena con un debutante que a estas alturas todavía es un misterio.
Durante sus primeros días de campaña como panista, Oscar Almaraz ha hecho de manera constante un llamado a simpatizantes priístas a sumarse a una especie de alianza de facto para frenar
el avance de Morena. La pregunta a estas alturas, con estudios de opinión en la mano, debería ser qué tan redituable resultará esta estrategia a la hora de los votos.
Todo ello, mientras Enrique Cárdenas alude con insistencia a la lealtad como un valor fundamental en la política, y concentra su artillería contra el PAN y su candidato.
A los demás, dice, ni los conoce.
Gerardo Illoldi por su parte ha empezado una campaña que raya en lo discreto (por no decir aburrida) en la que busca alejarse de marcas partidistas para ofrecerse como un perfil ciudadano.
Va una apuesta: más temprano que tarde, el candidato emanado del Verde pero que abandera la coalición “Juntos haremos historia”, se va a enfundar la ropa color guinda para que la población lo identifique como morenista.
Seguramente Illoldi habrá leído la primer encuesta que se publicó el fin de semana, y que pone a su candidatura en una posición competitiva con relación al candidato de Acción Nacional; mientras que en el búnker azul también habrán tomado nota del nivel de las aguas en el Distrito, y de lo que, más allá del perfil de los candidatos, puede llegar a aportar el membrete del Movimiento de Regeneración Nacional.
Para el Distrito 4, el PAN eligió a la ex priísta Mónica González García, que buscará quitarle la posición a Adriana Lozano de Morena, quien parte como líder en las encuestas.
El laberinto político en que a veces se convierte Matamoros, parece muy cuesta arriba para la ex Secretaria de Desarrollo Económico, pero quién sabe, quizás los constantes yerros políticos de La Borrega y la mala fama de sus secuaces, al final jueguen a su favor.
En el Distrito 3, la coalición Verde- Morena-PT perfiló desde hace meses al cuestionadísimo ex alcalde de San Fernando, Tomás Gloria.
El ex priísta presume, a pesar de todo, de importante presencia política en la región lo que hace pensar a los del Partido Verde, donde ocupa la cartera nacional del campo, que sumado al respaldo de Morena, tiene muchas posibilidades de llegar a San Lázaro.
En frente, aparece Carmen Pérez, “La Inge”, originaria de Río Bravo, que busca una segunda oportunidad de competir:
en el 2018 fue candidata y perdió contra Héctor Villegas “El Calabazo”, quien ahora buscará ser el alcalde de ese municipio.
La frontera está al rojo vivo porque es un territorio importantísimo para los proyectos políticos del 2021.
Tanto así, que por el Distrito 9 de Reynosa, se apuntó como candidato panista el presidente del Congreso local, Gerardo Peña, quien inició una campaña intensa desde el primer minuto del domingo 4 de abril.
Sabe que la situación política en el municipio es compleja, tras el manotazo en la mesa de Maki Ortiz.
Frente a él, va como candidata Claudia Hernández, una regidora del Ayuntamiento que hasta el último momento buscó ser la candidata a la alcaldía, y que no salió mal en las encuestas de Morena.
En el otro distrito de Reynosa, va por la reelección Olga Juliana Elizondo y con la misión de desbancarla, Blanca Leticia Gutiérrez. A la diputada Elizondo, que llegó al Congreso por el PES y terminó haciendo bulto en el PT, se le conocen pocos méritos. Igual que en otros casos, su futuro está atado por completo a lo que pueda aportar Morena de aquí al día de la elección.
Nuevo Laredo también parece un volado a estas alturas. Mientras la lucha por la alcaldía parece una batalla sin cuartel con la más pesada de las artillerías de cada bando, para la diputación federal por el Distrito 1 queda la impresión de que Morena cedió la plaza.
Como parte de los arreglos a nivel nacional, esa candidatura también correspondió al Partido Verde que registró a Ana Laura Huerta, cuya validación incluso estuvo en duda por la escaramuza de la inscripción como candidata de Rosa de Lourdes Hernández Flores.
A estas alturas, ni siquiera queda claro si la candidata de la coalición ya inició campaña.
CUENTO VAQUERO
Mario López reaccionó con rapidez cuando le atribuyeron tener como empleado al narco capturado en Nuevo León, conocido en Matamoros como “El Vaquero”.
“Nunca ha sido mi empleado ”, dijo Mario López, incómodo por lo que se publicó sobre el famoso capo matamorense.
Habrá que darle la razón al edil matamorense por dos razones:
1.- El famoso delincuente, sin aparecer en nómina, tendría sin embargo una jerarquía mayor que la de un simple empleado del Ayuntamiento fronterizo, y
2.- Para mandar donde ha mandado por años, para El Vaquero nunca fue necesario estar en la nómina.