Los conservadores han emprendido rabiosa campaña contra el contenido de los libros de texto gratuitos. Acusan al supremo gobierno de pretender “adoctrinar” a las nuevas generaciones, como dicen, sucede en algunas naciones con tendencias autoritarias. Lógico que los traidores de siempre piensen de esta manera porque pierden un instrumento manipulador que por décadas benefició al neoliberalismo.
La derecha explotadora y ladrona, golpea al actual régimen como lo hizo en la ápoca de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, incluso antes, al triunfo de la Revolución de 1910, cuando acusó a Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles de “comunistas”, (aquí debemos incluir al Emilio Portes Gil de los casi dos años de interinato presidencial que soportó los embates de la reacción y el clero). Los fundamentalistas, herederos del porfirismo son los que hasta el régimen anterior mantuvieron la hegemonía social, política y económica que les otorgaba poder para deformar la historia acomodándola a su vocación racista y discriminatoria, donde los grupos originales solo formaban parte del folclor pero no del desarrollo negado por su condición minoritaria y marginal.
A los reaccionarios les preocupa que niños y jóvenes conozcan la verdadera historia de México, la que ignora y aun elimina las perversas intenciones del pasado tendiente a destruir los valores familiares y humanos, convirtiendo en prioritario el individualismo egoísta promotor de violencia y corrupción. No entienden ni entenderán, porque así les conviene, que estos son otros tiempos y que el pensamiento republicano evoluciona hacia la superación colectiva. La nueva realidad expresada ahora en los libros de texto apuesta por la solidaridad y el patriotismo, no por la globalización generadora de entreguismo y sometimiento al gran capital internacional.
Se trata de que los mexicanos que nacen y crecen, consideren a la patria como el hogar de todos y no un artículo de fácil comercio donde no importa destruir ni enajenar los recursos naturales. Se trata también de fortalecer la soberanía y rescatar el respeto perdido por obra y gracia de la inmoralidad de los regímenes panistas y priistas, asimismo la dignidad que los neoliberales cambiaron por las ganancias producto de contratos leoninos a favor de empresas que enriquecieron a unos cuantos vende-patrias, algunos de los cuales enfrentan juicios por las mismas razones,
y otras que mucho tienen que ver con la ambición y voracidad personal y de grupo.
Para los neoliberales México siempre fue un botín, ahora padecen las consecuencias y ponen en riesgo su libertad y el patrimonio mal habido, como pago de hechos delictivos sobradamente conocidos.
El asunto es que los nuevos libros de texto cumplen objetivos humanistas de solidaridad social, soberanía, dignidad patria, pero sobre todo fortalecen los lazos familiares, además de crear conciencia respecto del sacrificio de otras generaciones para formar una república que ha de seguir siendo el hogar de todos, con todos los problemas inherentes cuya solución requiere solidaridad en su más profundo sentido.
Cierto es que durante décadas fueron olvidados los héroes auténticos porque significaron ejemplos de amor a México por sobre cualquier otro interés. Son incontables los hechos minimizados o de plano borrados de una “historia oficial” confusa, contradictoria, convertida en crucigrama difícil de resolver para quienes desde las aulas intentaron comprenderla.
Ahora será diferente: Moctezuma, Cuauhtémoc, Hidalgo, Allende, Morelos, Guerrero, Juárez, Madero, Villa, Zapata, etc, aparecerán como lo que en realidad fueron, es decir, símbolos de una nación creativa, valiente, siempre en construcción, y no meras referencias discursivas y dogmáticas como parte de la simulación que por tanto tiempo encubrió la doble moral de los saqueadores del patrimonio público.
Digo entonces, que es lógico que estos hipócritas, (como sus golpistas antecesores de los tiempos de Obregón, Calles, Portes Gil, Cárdenas, López Mateos), protesten por la edición de los nuevos libros de texto. Son los mismos que rechazan el artículo tercero que obliga educar en base a la ciencia y de manera gratuita y laica. Ellos desearan que como en la colonia, la iglesia se encargara de tan importante misión, cuando la exoneración de sus pecados estaba garantizada.
Pero los nuevos libros de texto también contendrán elementos de medicina preventiva con el propósito de evitar la obesidad, procurando el consumo de alimentos sanos.
Es aquí donde los fabricantes de productos “chatarra” se sienten afectados ahí, donde les duele, sea en el mero bolsillo. Pese a todo, los libros de texto van, como corresponde al nuevo proyecto de nación impulsado por la Cuarta Transformación.
TERRORISMO CONSERVADOR
Los reaccionarios son violentos; el terrorismo y el sabotaje son comunes en su activismo y los ejemplos abundan sobre todo en América Latina. El columnista supone que algunos hechos en nuestro país no son ajenos a este tipo de prácticas utilizadas como presión hacia gobiernos democráticos y de amplio apoyo popular, como el que encabeza AMLO.
Muy extraños entonces los incendios de bosques que aparecen en diversas partes de la república, algunos como el registrado entre Nuevo León y Coahuila donde recién fueron arrasadas casi 10 mil hectáreas de valiosos bosques, causando también graves daños a la fauna y desde luego al patrimonio de las familias que habitan la región. Igual se registran en Veracruz, Morelos, la CDMX , el estado de México y otros lugares de los que dan cuenta los medios de comunicación.
No es fortuito tampoco el terrorismo aplicado en instalaciones gubernamentales como en la refinería de Minatitlán con cuantiosas pérdidas que obligarán al cierre de la planta por tres meses cuando menos. Todo esto y mucho más relacionado con el tema llama a la sospecha. En este sentido el escribidor insiste en que pudieran ser hechos provocados por los conservadores que son capaces de todo por dañar la imagen de regímenes que les son adversos. Y es que están muy enojados porque AMLO los exhibe como lo que son, sea como ladrones, corruptos, saqueadores… y lo que sigue.
SUCEDE QUE
¿Acaso la represión del INE contra MORENA y algunos de sus candidatos tiende a provocar la suspensión del proceso electoral?. Nadie ignora que se trata de enardecer a la sociedad hasta lograr un clima con alto grado de violencia. ¿Es otro tipo de sabotaje con la misma intención de perjudicar al supremo gobierno?. Por cierto que en “la mañanera” de este martes AMLO aclaró que no tiene interés en que se vaya Lorenzo Córdova del INE porque solito lo hará el próximo año, porque así lo marca la ley.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA