TAMAULIPAS.- ¡Se está saliendo la popó! grito Eunice a su abuelita y salió corriendo de su humilde vivienda al sur de la ciudad y ‘detrás de la loma’.
– ¿Como que se está saliendo? – Respondió la doñita dando de chanclazos al correr por el pasillo
– ¡Si, mire! – dijo la adolescente señalando el baño al final del corredor.
De pronto, como si hubieran soltado una granada en medio de un gallinero, en toda esa hilera de casas se escuchó un griterío.
De una casa de dos plantas salió una joven madre con su hija en brazos.
Dos veinteañeros que rentan un pequeño departamento emergieron entre risas
– ¡No manches gordo! tapaste el baño! – reclamaba uno de los jóvenes
– ¡Sácate qué! ¡Si la taza empezó a echar todo para afuera antes de que hiciera!
De pronto, uno de los registros en la acera con la tapa quebrada empezó a ‘hacer erupción’ ante la vista atónita de los presentes.
¡Háblenle a la Comapa! – Gritó doña Lety
Eso pasó hace casi cinco meses.
Las semanas siguientes, algunos vecinos se encargaron de reportar la falla en el alcantarillado diariamente.
– ¡Vecinooo! ¿no tendrá un talache que nos preste? – solicitó Doña Irene
– Híjole vecina, el que tenía se lo presté al güero de la esquina y no me lo ha regresado, ¿para que lo necesitaba? – Respondió el Caminante limpiándose las lagañas
– Hay vecino, que pena, es que queremos meter una varilla o algo por la alcantarilla para que se destape, porque otra vez se nos esta regresando todo por los excusados
– Tengo una ‘barra’… ¿le sirve?
– Sí préstemela, y no tendrá un fierro largo para ver si…
– Uy no vecina, ese si se lo voy a quedar a deber
– Bueno, no le hace, a ver si haciendo palanca la destapamos.
El Caminante se fue a asomar a la calle y efectivamente, dos grupos de personas intentando destapar el tubo subterráneo del drenaje con una varilla corrugada. Entre risas nerviosas y gritos, los colonos lograron hacer correr los desechos a través del alcantarillado.
El episodio se repitió cada 15 o 20 días.
En una de tantas llamadas para reportar el problema, les comunicaron que el afectado por la falla en el drenaje tenía que desembolsar tres mil quinientos pesos para poder mandarles la ‘pipa’ que desasolvaría la red. A partir de entonces cada que reportaban el drenaje colapsado les responderían con la misma cantidad de dinero a cambio.
Un jueves por la mañana, una unidad de la dependencia se presentó en el sector, y los vecinos aplaudieron jubilosos la llegada del auxilio.
Los trabajadores de la dependencia metieron un ducto enorme por la alcantarilla y extrajeron los residuos en un dos por tres y se marcharon.
Al parecer el calvario de los malos olores por aguas negras desbordadas por fin había sido solucionado.
Pero bien reza el dicho: “el agua tiene buena memoria”, pues al caer un tremendo aguacero en la ciudad, la red de alcantarillado volvió a empujar hacia la superficie gran cantidad de excremento y aguas negras.
Curiosamente el camión extractor volvió a aparecer en el barrio e hizo la misma faena para acabar con el problema. No funcionó.
Una de las vecinas logró comunicarse con el amigo de un amigo y consiguieron atraer la atención del mero mero jefazo de la dependencia.
Un viernes a mediodía, el funcionario llegó a dar la cara a cara ante los vecinos (algunos furiosos) por el problema.
Al hacer una inspección del sector se observó que esa colonia desafortunadamente sufre el embate de tres caídas de agua: de la sierra, de la Loma del Muerto, y de la colina en que esta asentada la colonia Esfuerzo Popular, y para rematar la colonia no tiene un dren o canal para sacar el agua de lluvia creando así un caos de inundaciones con aguas negras.
Luego de algunas intervenciones un poco acaloradas, el gerente de la comisión logró delinear un plan de trabajo.
“Yo vengo a ponerme a sus órdenes y ver la manera hacer algo no solo correctivo, sino preventivo, me acompaña el ingeniero que esta a cargo del departamento de drenaje en toda la ciudad y el mismo va a dirigir todos los trabajos necesarios, si se ha de cambiar la tubería, se tendrá que hacer y también ver la manera de instalar un dren o tubería que permita sacar el agua estancada” afirmó el funcionario al momento que el rostro de algunos avecindados se iluminaba. El Caminante fue testigo de la charla y ahora solo falta ver como se pone manos a la obra, y si es así, se hará saber en este mismo espacio.
POR JORGE ZAMORA
EXPRESO – LA RAZÓN
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021