El Caminante, como buen chavorruco, acudió a vacunarse en tiempo y forma y muy orondo le presumía a sus amistades tal proeza.
Sin embargo al hacerlo descubrió que gran parte de sus conocidos se mostraban renuentes y hasta escépticos respecto a la aplicación de la vacuna anti covid-19.
Numerosos argumentos recolectó por aquí y por allá, entre nuevas y viejas amistades, así como ex entrevistados y rostros recién agregados a su colección de cuates.
Uno de ellos es Don Pillo, sesentón guardia de una conocida empresa, que según dijo, ya se había resignado a no poder aplicarse la vacuna.
– Es que los de mi edad ya se vacunaron, creo que ahora les va a tocar a los treintañeros – explicaba el viejo Pillo.
– Pero en todas las convocatorias siempre hay uno o dos dias para los rezagados, Don Porfirio.
– Pues si pero es que aparte yo perdí mi ‘cur’.
– ¿Como que lo perdió? – respondió el Caminante
– Si, me lo imprimieron hace unos años y se me extravió en una ‘cambiada de casa’
– No se apure amigo, el curp se lo pueden imprimir en cualquier papelería que tenga internet…
– ¿A poco? ¿no hay que ir a tramitarlo al registro civil? – preguntó el guardia de pelo cano abriendo los ojotes
– ¡Pues no! si quiere yo lo acompaño a imprimirlo, es bien fácil
El guardia declinó el ofrecimiento pero le prometió al Caminante que lo haría lo mas pronto posible para acceder a la vacuna.
Otra de las renuentes a aplicarse las dosis fue Doña Nena, pues aseguró, en sus propias palabras que ‘nadie le podía asegurar que la vacuna no le iba a dañar el cerebro’
– Oiga doña Nena, pero si así fuera ya habría millones de personas dañadas del cerebro – le debatía el Caminante
– ¡Ay si, ¿y usted cómo sabe que no? y que tal si esos que se petatearon por la vacuna la hacen pasar por contagiados de ‘coví’?
– Pues yo creo que si eso hubiera pasado ya lo habrían descubierto
– Usted dirá lo que quiera… pero yo hasta estar segura de que no voy a tener reacciones secundarias no me pienso vacunar
– ¡Ah pero claro que hay reacciones secundarias, pueden ser desde un dolor de cabeza hasta mareos y debilidad, pero de eso a convertirse en zombie, pues no creo Doña Nena.
La doñita sigue en su postura de que no se vacunará ‘hasta que no esté probada su eficacia.
Así como ella el Caminante se topó con toda clase de argumentos, como el que le dió su amiga de la infancia, Vianney, quien aseguró que como toda la vida había sufrido de alergias, ‘alguien’ que trabaja en el seguro, le había recomendado mejor no vacunarse, porque ella era más propensa a sufrir algún trastorno o ‘contra reacción’.
La que sí se voló la barda fue doña Carmen, quien dijo no desear vacunarse porque clarito estaba que les habían estado inyectando ‘puro aire’ a los ancianitos.
– Es como lo de Veracruz, que les inyectaban agua a los niños con cáncer… si lo que quiere el gobierno es que nos ‘muéranos’, ¡si ni están inyectando nada! – asegura.
O que tal don Leonardo, que dijo que efectivamente sí deseaba vacunarse pero que le habían dicho que en su localidad se estaba aplicando la Sinovac y que él prefería ponerse la ‘faizer’.
– Es que esa es la buena, las demás están muy rebajadas… y pues mejor me espero a que pongan esa ya al último
– Oiga don Leo… pero ¿quien le dijo que se podía escoger que vacuna ponerse? – le dijo el Caminante
– ¿Pues pa’ eso paga uno impuestos no? ¡pa’ poder exigir! – contestó ya medio ‘enchilado’ el viejón
Roxana tiene 29 años y dice que si se quiere vacunar, pero que tiene miedo de que le pongan vacunas ‘combinadas’
– Es que me dijo una enfermera que cuando se las acaban, la segunda dosis se la ponen ‘de la que haya’ y yo vi en el Face que eso es muy peligroso ¡pues te puedes hasta morir!
– No crea todo lo que ve en el feis mi Rox, ¡eso es pura desinformación! mejor pregunte bien cuando vaya a vacunarse si eso puede llegar a pasar.
Y los pretextos no se acaban ahí: otros aseguran que el líquido contiene un ‘chip’ para rastrear a los vacunados, otros que el líquido se activa con ‘las torres 5G’ y que así controlarán la mente de las personas, algunos mas aseguran que es a través de la vacuna que se dan los contagios y así como estos rollos hay muchos otros circulando por ahí.
Lo único cierto es que el SARS-CoV-2, o Covid-19 o coronavirus, o como desee el lector llamarle, es real y aún está muy lejano el día en que se pueda decir que el riesgo ha terminado (Ciudad Victoria se encuentra en este momento en ‘semáforo rojo’) así que no haga caso quien lee estas líneas, de todos los pretextos, ideas fantasiosas y argüendes que circulan por ahí y acuda a vacunarse cuando le toque y si no lo hizo en su momento sepa que en los puestos de vacunación le aplicarán la dosis aun si no hizo el trámite por internet. No pierda tiempo, ¡vaya!.
Por Jorge Zamora