Hace 2 meses aproximadamente se llevaron acabo las elecciones locales y federales en Tamaulipas, y para eso, como ciudadanos hicimos lo propio eligiendo a nuestros representantes y a quienes deberán buscar el desarrollo de nuestras ciudades; es por eso que es sumamente importante que todo funcionario público y ciudadano, entendamos que las ciudades son equipos, por lo que cada uno de nosotros, llámese Diputado local, federal, Presidente Municipal, Cabildo, ciudadano, empresarios, vecinos y los que queramos mencionar, deberemos entender que hay que desterrar los egos, así como también conocer la importancia de nuestras capacidades, funciones, atribuciones, derechos y obligaciones con el objetivo de ayudar a nuestro equipo a ganar, y para aclarar cuando me refiero a equipo hago referencia a nuestra ciudad.
En la actualidad lastimosamente parecen haber quedado atrás los tiempos de la integración vecinal, ya que hemos visto como en muchas ciudades, además de la nuestra, la atención, la amistad y el placer de ayudarnos entre vecinos se ha venido perdiendo. Y este es solo un reflejo del país donde vivimos, donde el sistema de Gobierno Federal, nos ha invitado a vivir así, en constante conflicto, en división, y en postura de elegir bandos, como si todo se tratara de una guerra de ideologías políticas, olvidándose de lo más importante siempre, el bienestar y desarrollo de nuestra gente.
Vivo convencido de que el mejor camino para la nueva generación política es abandonar los viejos paradigmas de la política impositiva, para crear una nueva manera de hacer gobierno, de lado de la sociedad, aprovechando la fuerza y capacidad de los jóvenes, y la gran experiencia de aquellos que han vivido muchos años en nuestras ciudades, porque considero que la mejor manera de abordar cualquier campo de oportunidad es trabajando en unidad, pero enserio, y no con simulaciones.
Y de ahí, el tema central de este texto, la ciudad no puede funcionar como un conglomerado de entes aislados o individuales, parece que en muchas ocasiones estamos juntos, pero no integrados, y esa nunca será la manera correcta para el desarrollo social que tanto deseamos alcanzar.
Estamos ante la oportunidad de sembrar las bases, de construir una nueva realidad, más fuerte. La pandemia nos ha dejado diferentes enseñanzas que, si bien no ha terminado, nos invitan a reflexionar hoy más que nunca el valor de estar unidos, con una sola bandera, como un solo equipo.
La ciudad es un equipo, el trabajo de cada uno de nosotros es importante, porque aporta en el tamaño que fuere, debemos vivir con la mística constante de sumar y no restar, de multiplicar y no dividir y de afrontar con nuevas ideas los viejos problemas para convertirlos simplemente en temas a resolver, con trabajo, con pasión, amor y optimismo a nuestra tierra, y ante todo, como las personas desean, con resultados. Hoy, quienes somos jugadores de nuestra ciudad no podemos permitir ganar en lo individual y al costo que sea, de lo contrario seguiremos detenidos en el tiempo y muy cerca de proclamar a la corrupción, cosa contraria de los buenos resultados que pudiéramos ver si trabajáramos realmente en equipo, juntos, integrados. Es falsa la idea
de que solo privilegiando a unos pocos vamos a sacar al país adelante, dejemos de permitir que se forme una idea que romantiza la pobreza y que abusa de manera constante de la imagen de las personas menos afortunadas para formar una bandera que piensan imbatible, la de “Primero los pobres”, cuando la verdadera bandera debería ser siempre “Primero México”, por que el país lo conformamos todos, y no es con asistencialismo, si no con oportunidades laborales, educación
e inversión que vamos a sacar esta gran nación adelante.
Por las familias, por la sociedad, por nuestra ciudad, llegó la hora de pensar en todos, como uno solo, porque la ciudad es un equipo, y a este equipo tenemos que hacerlo ganar.
P.D. Reflexionemos, ¿qué actores políticos considera que realmente jueguan en equipo por su ciudad?, pongámonos serios.
POR CARLOS FERNÁNDEZ
@carlosfdza
