La política de estabilización de precios en el país corresponde al Banco de México, esta se mide a través de la inflación, donde se registran de forma mensual el comportamiento de los precios de bienes y servicios en el país. La política del Banco Central desde sus inicios hace dos décadas y media, ha sido la de promover una inflación estable y que converja en niveles de 3 por ciento anual.
Este objetivo es uno de los más importante para la economía mexicana. Debido a que permite generar certidumbre no solo sobre la planeación financiera de costos tanto de las empresas, gobiernos y familias, sino que también contribuye en la estabilidad de tasas de interés y los tipos de cambio, principalmente.
Antes de que se reflejaran los efectos económicos de la pandemia por COVID-19 en nuestro país, el nivel de precios medidos por la inflación oscilaba alrededor de 2.5 y 3.5 por ciento anual, niveles que se ubicaban en el objetivo del Banco Central, este comportamiento se observó desde junio de 2019 hasta junio 2020, es decir, aun al inicio de la pandemia, se lograron observar buenos niveles de inflación aceptables.
Es a partir de julio de 2020, periodo en el cual se reducen las restricciones para negocios no indispensable, que comienzan a observarse crecimiento en los precios, seguramente las empresas en sus procesos de reapertura realizaron ajustes en sus precios, para responder a la carga financiera que representó el cierre obligado de actividades durante casi tres meses en la mayoría de los establecimientos en el país.
Sin embargo, el entorno económico ha provocado que la dinámica de crecimiento de los precios se mantenga hasta la actualidad; en el mes de abril de 2021 la inflación fue de 6.08 por ciento, un nivel no visto desde diciembre de 2017, para los meses de mayo, junio y julio del presente año el nivel de inflación osciló alrededor de 5.8 por ciento anual, muy lejana del objetivo del Banco Central.
Estos resultados de inflación tienen implicaciones en diferentes ámbitos, pero al que la población más le interesa es sobre sus efectos en el salario. En este año el crecimiento del salario mínimo global fue de 15 por ciento, si la inflación se mantuviera en niveles del 5 por ciento, eso equivaldría a un crecimiento real del salario en este 2021 de 10 por ciento, de tal forma que la política de recuperación del salario real avanzaría a un menor ritmo.
Es importante señalar lo anterior, debido que el crecimiento del salario mínimo desde 2019 a la fecha ha tenido importantes cambios, se ha elevado en alrededor de 60 por ciento, sin que a la par se genere un mecanismo que implique incentivos para las empresas que le permita elevar el nivel de producción de bienes y servicios en el país, por el contrario, con la pandemia la actividad económica se contrajo, afectando la capacidad de respuesta de las empresas para poder cubrir esta carga salarial.
Es importante que una política de recuperación del salario se asiente sobre una política que incentive el crecimiento de la producción por trabajador, lo que permitía a la vez que los precios de los bienes y servicios no crezcan como lo observamos en la actualidad y además permitirá que el crecimiento de los salarios reales se mantenga. Usted ¿qué piensa?
POR JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ
