8 diciembre, 2025

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Si todo sale mal, la culpa es de Delfina

EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE

Es frustrante para todos, pero más para las mujeres, tener un jefe sabelotodo, un superior jerárquicamente que también se piensa superior por género, que aplica el Gaslight constantemente y que no acepta errores. Debe ser bastante estresante ser parte del primer gabinete federal paritario.
Las mujeres que acompañan al presidente en la administración pública actual, no tienen un trabajo fácil, deben ser además de sumisas, de un temperamento colmado de paciencia, forrado de teflón y asumir que con ese jefe, siempre las embistiera el toro.
Para el regreso a clases se planteó un decálogo como los que le gustan al presidente, que se divulgan como decretos de buena voluntad, en este caso con más reglas y tareas para los padres de familia que para la autoridad educativa y de salud. Y la encargada de presentarlo fue la titular de la SEP, la Maestra Delfina Gómez, la misma que tuvo que regresar el estrado presidencial para reducir los requisitos a 9, eliminando “tan fácil” la carta compromiso.
Y es que de todos los puntos para el regreso a las clases presenciales, el más importante es el compromiso de la participación social, que la madre, padre, abuelos o tutores se hagan responsable del chequeo diario de la salud de los escolares, que si tiene algo de fiebre, dolor de cabeza, estomago o tos, no lo acerque con sus compañeros y maestros, es el primer filtro, es necesario y no debe obviarse.
Pero el pedimento resultó políticamente incorrecto y entonces el presidente, que tiene el buen hábito
de lavarse las manos, aunque no use tapabocas, procedió a deslindarse de tal instrucción y espetó “Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta, pues no, fue una decisión abajo”, en clara referencia a la maestra Delfina.
Así que la funcionaria tuvo que asumir el golpe, plantar su cara, eso sí con cubre bocas y retirar su dicho, el mismo que días antes había sostenido junto al presidente.
A tres años de un ejercicio bien ensayado, el presidente casi siempre se hace acompañar en las mañaneras de sus colaboradores, los de primer nivel y uno a uno los expone al micrófono para que den a conocer el parte de actividades de lo que les corresponda, y si bien con todos es autoritario, con las mujeres se crece, es evidente que la misógina está presente en ese templete.
Los días porvenir, tocará de nuevo a la maestra estar aguantando vara, capotear al jefe y explicarle con manzanitas, como administrar un regreso a las aulas cauteloso, sin prisas, con método para un retorno seguro.
Otra mujer, que seguramente no se escucha en Palacio Nacional es la directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, que en su mensaje de esta semana recomienda “que la reapertura escolar se haga por fases, que tengan en cuenta la consideración de la situación epidemiológica local que puede cambiar rápidamente”. “Antes de reabrir, los países deben asegurarse que las escuelas mantengan la prevención social, la distancia, que usen mascarillas y que tengan seguridad en el transporte público desde y hacia las escuelas”.
La OPS teme que el regreso a clases presenciales sea un catalizador para más contagios, si eso pasa aquí, la culpa será de Delfina. Sí ya sabemos cómo es, de misógino y machista.

POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE

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