TAMAULIPAS.- La agresiva estrategia panista para mermar a Morena en el Congreso, y desde ahí hacer un dique de contención contra el proyecto político de la cuarta transformación en Tamaulipas, empezó con el pie derecho gracias a la campanada de las diputadas que cambiaron de camiseta.
Obviamente, esa maniobra que en términos prácticos arrebató la mayoría simple a Morena, no se operó en el Legislativo sino en otras oficinas del poder blanquiazul. El problema para el PAN empezó cuando sus diputados debutaron en el Pleno.
Rápidamente se evidenció que la ambiciosa maniobra política -no puede ser de otra forma para ellos, es el gobierno del estado lo que está en juego- se topó de frente con la realidad: su problema no es táctico, sino práctico.
Su principal obstáculo para materializar lo que debería ser una poderosa fracción legislativa es la ineptitud de su coordinador: Luis René Cantú Galván, quien ya sabemos, por alguna extraña razón solicita que lo llamen “El Cachorro”.
Tampoco es que entre los suyos haya eminencias del derecho constitucional, ni mucho menos (en todo caso ese es un mal generalizado de toda la Legislatura), pero en la coyuntura política que vive el estado, con la competencia que está por venir, es obvio que al panismo le gustaría tener al frente de su barco parlamentario a un capitán con mayores alcances.
Quizás lo más preocupante para ellos es que alias “El Cachorro” no es solo el coordinador de la bancada, por motivos todavía desconocidos, sigue siendo el presidente del Comité Directivo Estatal de su partido. Mientras César Verástegui y Jesús Nader buscan a su manera apuntalar proyectos políticos para plantarle cara a Morena el próximo año, Cantú -aficionado a la ropa, calzado y camionetas de lujo- se entretiene imprimiendo cartulinas para que los diputados de su fracción las levanten desde su curul, y se tomen la selfie de rigor.
Ellos, obedientes y casi todos incapaces de argumentar una propuesta que trascienda al pataleo infantil, cumplen orgullosos su encomienda, respaldados desde las gradas por los jóvenes integrantes del Comité Directivo Estatal que vitorean cada gesto de su dirigente.
El bajo nivel de los legisladores es un mal que aqueja al Congreso desde hace mucho, y en Morena no están exentos de ello.
Pero es harto evidente que “El Cachorro” se va haciendo cada vez más pequeño conforme avanza este primer periodo ordinario de sesiones. Su presencia en la Junta de Coordinación Política ya es discordante frente a los otros representantes de los partidos, y la vorágine política que sacude a Tamaulipas lo tiene rebasado en su papel de dirigente estatal.
Si como todo hace indicar el proyecto político del PAN se fortalece para dar la pelea hasta el final e intentar retener la gubernatura, la permanencia de Luis René Cantú en esas posiciones de privilegio empezará a ser insostenible.
CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021