“La frontera México-Estados Unidos está cerrada para cruces fuera de la ley”, ese es el ultimátum de la Embajada Norteamericana en el país del águila sobre el nopal devorando una serpiente; lo entienda o no Andrés Manuel López Obrador o el mismo canciller mexicano Marcelo Luis Ebrard Casaubón.
El embajador Ken Salazar, emitió el posicionamiento enérgico y le recordó al gobierno mexicano su compromiso de respaldar el alto migratorio para con los centro y sudamericanos; esto luego de iniciar una gira de trabajo por la franja fronteriza entre ambos países “Estados Unidos y México se han comprometido a retornar a estos migrantes a sus países de origen”, aseguró el funcionario norteamericano un día después de reunirse con el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien además ha declarado que el tráfico de ilegales se ha convertido en una de las principales fuentes de reclutamiento y enriquecimiento de la delincuencia organizada que rompe la paz y el bienestar en ambas naciones hermanas.
La Embajada de Estados Unidos, prácticamente emitió ese fuerte y contundente mensaje en respuesta a la irrisoria postura del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, pues ha dicho que analiza la posibilidad de activar el programa “Quédate en México”, es decir, darle asilo a todos los expulsados por EUA a través de nuestras fronteras, cifras espeluznantes que tan solo en lo que van del año alcanzan casi los 2 millones de personas; eso sin dejar de mencionar que ya hay internados en el territorio azteca unos 12 mil.
A diferencia del carismático Christopher Landau, ex embajador norteamericano en México, Ken, sí visitó y atestiguó de primera mano la ingobernabilidad de los estados mexicanos del sur y centro, los de la ruta migrante, la carga y la enorme responsabilidad que le dejan a los norteños como Tamaulipas, y claro, valoró los retos que enfrenta su patrulla fronteriza y lo peligroso que es tratar de llegar a su país por la ruta de la legalidad.
En la intimidad… La diputada federal por Tampico Rosa María González Azcárraga, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, se reunió con Alfonso Andrés Ramírez Silva, coordinador general de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) dependiente de la Secretaría de Gobernación SEGOB para conocer las necesidades y esgrimir en la Cámara de Diputados algún recurso económico para la eficiencia que exige un tema tan sensible como es el trabajo de la COMAR.
Rosa Maria González Azcárraga y sus compañeros diputados, deberán sensibilizar la corzaza morenista dado que la Comisión coordinada por Alfonso Andrés, es la encargada de atender jurídicamente a los migrantes asegurados en México, así como a los repatriados por Estados Unidos, y todos aquellos interesados en convertirse en “refugiados”, solo que apenas son unas 50 personas las que deben hacer este arduo trabajo, pues a la fecha con todo y el austericismo cuatroteísta se han esforzado al máximo y recepcionado arriba de 108 mil solicitudes de asilo; 108 mil casos que deben valorarse uno a uno, y se espera que para los siguientes 12 meses podría duplicarse la cifra si no se frena el tráfico migratorio. Claro, no todos pueden ni son aptos a recibir el asilo político de nuestra nación y esa es también una artimaña de ellos.
POR DAVID ED CASTELLANOS TERÁN
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