VICTORIA.- Toti ya está acostumbrada a que la gente se le quede mirando donde quiera que va.
Sus pasos son firmes, su caminar rudo, pues sus botas mineras color café llaman la atención al combinarse con sus pantalones skinny y blusa de tirantes.
A pesar de ser de cabello rubio, Toti tiene muchos años cubriéndolo con tintes que van desde el oscuro castaño al estridente rojo cereza o verde claro y muy corto.
Una de las cosas que más llaman la atención al verla, es su gamma de coloridos tatuajes en ambos brazos, lleva tanto diseños de anime y tribal hasta letras Art Deco.
“Vengo de visita a Victoria a reunirme con algunos amigos, pero casi no me gusta venir, porque siento que la gente de aquí aún no está preparada para aceptar a personas como yo” dice con una breve sonrisa.
Toti se define como una persona de género no binario.
“Yo nací y viví mi infancia en un ejido cerca de Estación Manuel, y hasta los seis o siete años todo era felicidad, hasta que me comenzó a gustar eso de jugar futbol con los demas niños, y pues ya de ahí empezaron los vecinos a llamarme ‘rara’, los más ofendidos me decían ‘machorra’… y eso que tenía yo solo siete años”.
Toti fue registrada ante la ley como la niña Rosa María, y ella misma dice que para cuestiones legales, así es como se llama.
“Mi credencial de elector dice que soy de género femenino y que me llamo Rosa María, pero desde hace muchos años tomé la decisión de no encasillarme en un solo género” afirma.
– ¿Has vivido discriminación por la manera en que te identificas? – le pregunta el caminante
– Toda mi vida, en México aún no se acepta la diversidad, si no te pareces ‘a un hombre o a una mujer’ la sociedad te castiga. A mi me han llegado a preguntar “¿tienes pene o vagina?” porque no aceptan que mi imagen no corresponda a lo que tradicionalmente estan acostumbrados.
– ¿Cuestionan tu orientación sexual?
– Siempre. Todavía no se educa a las personas para entender y sobre todo aceptar, que la orientación sexual es independiente de la identidad de género. Una persona puede ser biológicamente hombre o mujer y sentir atracción por lo femenino o masculino o ambos y verse como uno u otro o como una mezcla de los dos.
– ¿Tu familia ya ha aceptado tu manera de identificarte o de como luces?
– Fíjate que en mi caso sucedió algo curioso, mi papá que es una persona sin estudios y que siempre trabajó en el campo con vacas y rodeado de puros machos, fue el primero que me aceptó. La que sí tuvo problemas, sobre todo para comprenderme, fue mi mamá. Es que, imagínate, soy su única ‘hija’ con tres hermanos varones mayores… y pues no entendía porqué su ‘princesita’ se agarraba a chingazos con los de mas niños.
Una vez a los nueve años me rapé yo sola y me dejaron de mandar a la escuela.
– ¿Actualmente te encuentras en una relación?
– Acabo de terminar una, por si te lo preguntas, es con un ‘hombre’ así masculino como tú, pero anteriormente estuve en una relación más larga con una “mujer”, duramos seis años, todo iba muy bien, casi siempre la pasábamos chido, pero al final la cosa se fue al carajo por algo bien tonto.
– ¿Podrías compartirnos cuál fue esa razón?
– Seguro, fue porque, fíjate que tonto, porque yo no me asumía como lesbiana, ella es de Tampico y allá sí está bien fuerte el movimiento LGBT, incluso la acompañaba a manifestaciones y a los reporteros de allá les gustaba mucho tomarnos fotos, pero creo que por el hecho de no asumirme como lesbiana, le generaba dudas de que si algún día la dejaría por un hombre.
– ¿Y si la dejaste por un hombre?
– ¡Nooo! – responde Toti entre carcajadas – esta última relación fue más de medio año más tarde.
– Qué opinas de la controversia que hubo hace meses por la “compañere”
– Híjole, la verdad son tonterías, eso de los pronombres es una discusión inútil, por ejemplo a mí no me importa si me dicen él o ella o elle, mientras me respeten y no se violen mis derechos, porque igual alguien te puede discriminar refiriéndose a ti como ‘elle’, o negarle la entrada a una tienda o a un restorán diciendo “A elle no la dejes entrar” entonces eso es más como una moda entre los chavos, yo tengo 31 años y la verdad me da flojera eso.
Ademas la niña esa que se hizo viral en las redes, creo que le urge más es poner atención a su salud mental, que a la manera en que la llaman sus compañeros de ‘zoomclase’
Toti se despide pues su Uber ya ha llegado. Ojalá en un futuro haya más información de este tema. Demasiada pata de perro por esta semana.
Por Jorge Zamora