TAMAULIPAS.- La lectura que hacen la dirigencia nacional de Morena y el equipo de Américo Villarreal sobre la impugnación presentada por Maki Ortiz, es que el recurso legal difícilmente prosperará. El equipo jurídico revisó el documento y no encuentra asidero para que el Tribunal Electoral pudiera darle la razón, y quitarle la candidatura al senador.
En el el más grave de los escenarios, pudiera ocurrir lo que ha pasado ya en muchas ocasiones: los magistrados podrían votar porque se reponga el proceso, es decir, que el partido vuelva a tomar la decisión, explicando la manera en la que se llegó a esa conclusión. Y el resultado sería el mismo: Américo Villarreal seguirá siendo el candidato para Tamaulipas. A favor de la dirigencia nacional de Morena juega la redacción de su convocatoria.
El documento le otorga en todo momento a la Comisión Nacional de Elecciones el derecho de elegir al mejor candidato para competir en el estado. De la misma manera que el partido se compromete a respetar la paridad de género -lo hace al designar a tres mujeres como candidatas-, advierte que las encuestas se utilizarán para tomar la mejor decisión.
“En caso de aprobarse más de un registro y hasta cuatro por parte de la Comisión Nacional de Elecciones, las personas aspirantes se someterán a una encuesta y/o estudio de opinión realizado por la Comisión de Encuestas para determinar el perfil idóneo y mejor posicionado para representar a Morena como candidatura a la gubernatura de Tamaulipas”, dice la base novena de la convocatoria publicada por Morena el 9 de noviembre.
Las encuestas realizadas por Buendía & Márquez, Covarrubias & Asociados y la Comisión de encuestas del partido coincidieron en que Américo Villarreal fue el candidato mejor posicionado en todos los rubros, y en algo más que quizás sea el dato determinante contra las aspiraciones de Maki Ortiz: ella fue la única de las siete aspirantes a quien el electorado no solo no relaciona con Morena, sino que la ubica como panista.
Sería un despropósito histórico que el Tribunal obligara a un partido a postular como candidata a una persona identificada plenamente con otro partido. Si se sigue al pie de la letra lo que dicta la convocatoria, la Comisión Nacional de Elecciones -integrada por cierto, por morenistas de diferentes grupos políticostuvo en todo momento la facultad de elegir al precandidato, utilizando para ello los datos que arrojaron las encuestas, y considerando “el perfil idóneo” para dar la pelea en el estado.
Otra cosa serán las pifias que pudo haber cometido Mario Delgado a la hora de explicar un proceso de alta complejidad como el que diseñó Morena para elegir a sus candidatos. Pero en el terreno jurídico difícilmente habrá un revés significativo para las aspiraciones de Américo Villarreal.
Si el Tribunal Electoral apuesta por una salida política para este conflicto, sería una que ni la dirigencia nacional vería con malos ojos porque serviría para dejar sin argumentos a Maki: que el proceso regrese al partido, que se detallen los criterios de selección, y el senador sea ungido por segunda vez como el candidato morenista.
CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES