MÉXICO.- Los mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México coincidió que las expectativas sobre la inflación continúan deteriorándose.
Además, la mayoría mencionó que los precios de las mercancías han reaccionado al incremento de los precios internacionales y a las disrupciones de los procesos productivos.
De hecho, algunos sostuvieron que las presiones en mercancías han seguido intensificándose tanto en las alimenticias, como en las no alimenticias
Lo anterior, de acuerdo con las Minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 16 de diciembre de 2021 y en la que todavía participó Alejandro Díaz de León.
En el documento se detalla que todos mencionaron que las expectativas de las inflaciones general y subyacente para 2021, 2022 y para los próximos 12 meses volvieron a incrementarse, así como las de mediano plazo, mientras que las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta.
La mayoría también destacó que las expectativas correspondientes al cierre de 2022 ya se encuentran por encima del límite superior del rango objetivo, que es de 3.0 (+/-1) por ciento.
De hecho, uno detalló que más de la mitad de los especialistas encuestados cree que la inflación se ubicará por encima de 4 por ciento en los próximos 12 meses y en 2022, y que la probabilidad de que se ubique por encima de 5 por ciento ha comenzado a aumentar.
Otro señaló que es preocupante el incremento de las expectativas de inflación general de mediano plazo, las cuales se ubican en 3.68 por ciento a pesar de que las correspondientes a los próximos dos años se encuentran en 3.5 por ciento. De ahí que uno más afirmó que, “de no atenderse el deterioro de las expectativas de mediano plazo, se podrían contaminar las de largo plazo”.
Además de que algunos advirtieron que el desanclaje de las expectativas de inflación es uno de los retos más importantes que enfrenta la política monetaria.
Uno apuntó que todos los componentes del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) muestran claras tendencias al alza, lo que sugiere que todavía no se ha alcanzado el pico.
Otro expresó que los riesgos para la formación de precios a nivel global, y su posible influencia en México, son considerables y al alza y resaltó que México tiene unas de las mayores brechas de inflación general y subyacente entre las economías emergentes. Entre los riesgos al alza para la inflación, la mayoría destacó las presiones inflacionarias externas.
“La mayoría indicó que, debido a la profunda integración económica con Estados Unidos, la mayor inflación en este país ha contribuido al repunte de la inflación en México”.
Otro resaltó que dada la inflación elevada que se mantendrá en Estados Unidos durante 2022, pudiera haber más inflación importada.
Algunos mencionaron las presiones de costos, una depreciación cambiaria y aumentos de precios de energéticos y otros más agregaron los efectos del incremento reciente al salario mínimo.
Otro elaboró que dicha política salarial junto con el deterioro de la productividad laboral es un factor interno que puede reforzar las presiones inflacionarias y detonar una espiral salarios-precios, erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores.
Entorno Macrofinanciero
La mayoría noto´ que los mercados financieros nacionales presentaron volatilidad recientemente y observó que el tipo de cambio se depreció.
Uno mencionó que el crédito a empresas y hogares continúa deteriorado, y que el dirigido a Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) continúa más de 12 por ciento por debajo del que prevalecía previo a la pandemia.
Otro señaló que la contracción en el crédito interno obedece a factores más allá de la política monetaria, como la renuencia a invertir por parte de los empresarios.
Uno notó que la cartera de crédito a empresas se incrementó ligeramente durante octubre, lo que contribuyó a moderar su contracción anual y añadió que los agregados monetarios continúan exhibiendo una desaceleración con respecto al año pasado, si bien permanecen elevados.
Política Monetaria
La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y la diversidad de los choques que han afectado a la inflación y a los factores que la determinan, el riesgo de que se contamine la formación de precios y los retos por el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales.
Con base en ello la mayoría decidió, en esta ocasión, incrementar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 5.50 por ciento.
Señaló que en las próximas decisiones de política monetaria la Junta de Gobierno vigilará estrechamente la evolución de las presiones inflacionarias, así como el comportamiento de todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas.
Lo anterior con el propósito de determinar una tasa de referencia que sea en todo momento congruente con la trayectoria que se requiere para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento en el plazo en el que opera la política monetaria, así como un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros.
Un miembro advirtió que esto debe hacerse con prudencia ya que una postura demasiado restrictiva podría afectar al crecimiento económico y, eventualmente, a los flujos de capital y a la paridad cambiaria, contraponiéndose con el objetivo original de la política mencionada.
Otro miembro notó que desde la decisión anterior la inflación ha alcanzado niveles muy elevados, con la perspectiva de que las presiones externas e internas perduren por más tiempo y apuntó que se debe encontrar el balance entre una recuperación económica débil, presiones inflacionarias persistentes y el comienzo de un nuevo ciclo de apretamiento monetario de la Reserva Federal.
CON INFORMACIÓN DE HERALDO DE MÉXICO