TAMAULIPAS.- Arrancaron oficialmente las precampañas políticas, aunque no se note mucho ya que en todo tiempo estamos recibiendo saturación de información política, ya que sin recato y sin guardar las formas los políticos están en permanente proselitismo electoral, solo que ahora ya en el tiempo reglamentario aumentarán su movilidad masiva y esto sin temor alguno al monstruo pandémico que cada vez adquiere variantes y combinaciones por demás extrañas.
A partir de esta semana, según la autoridad sanitaria, se aplicarán medidas extremas para bajar el pico de contagios de Covid19, sus variantes y conjunciones, pero estas están dedicadas solo a mantener a mujeres y niños en casa, las clases seguirán virtuales, pero no hay cierres totales de comercios, para no afectar la economía, seguramente tampoco habrá medidas estrictas para la movilización política.
De nuevo, como al principio, los platos rotos de la socialización navideña los pagarán las mujeres. La circunstancia mundial que ha cambiado el ritmo de casi toda la humanidad afecta más a quienes están en la práctica laboral de los servicios, las mujeres, a quienes no están en puesto directivos en las oficinas, a quienes el sistema patriarcal las mantiene fuera de la economía, las mujeres y a quienes son cuidadoras y educadoras en casa, las mujeres.
Antes de la pandemia, estudios económicos publicados por Forbes México reportaron las desigualdad de oportunidades laborales y de financiamiento por los roles de género, en el mercado laboral la presencia de las mujeres se reportaba en un 44 por ciento, mientras que la de los hombres en casi 80 por ciento, también se sustenta que apenas un 8 por ciento de las grandes compañías en nuestro país están lideradas por mujeres, ellas predominan como fuerza laboral en actividades terciarias y en las pequeñas y medianas empresas también están relegadas con 3 de cada diez.
Sin autosuficiencia económica las mujeres corren más riesgo de ser excluidas en atención sanitaria, de estar sometidas a su proveedor y optar, sin ninguna otra salida, por ser la cuidadora familiar. Cambia, casi todo cambia, menos los roles de género que siguen oprimiéndolas a ellas.
Este es el tercer año de la pandemia, el cuarto del gobierno federal, el último del estatal, el primero del municipal y a la fecha ninguna instancia pública establece estrategias especiales de prevención, atención y eliminación de la violencia hacia la mujer en este entorno de crisis mundial de salud, todas las autoridades refieren que se viene apoyando a las mujeres con sus acciones y programas de gobierno, igualmente los candidatos no se cansarán de prometerles una vida mejor, pero es demagogia pura, las evidencias saltan a la vista.
En dos meses, en marzo para ser exacta, la protesta feminista les dirá sus verdades. Sin simulación, urgen medidas extremas para la otra pandemia, la violencia feminicida y la desigualdad social por género
EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE