No te imaginas en cuántas conversaciones, llamadas telefónicas, o mensajes de WhatsApp, me han dicho una y otra vez “ya ves como en Nuevo León, bueno tú lo viviste, por eso quieren –o queremos- repetir el fosfo-fenómeno”, lo que no concibo es que me lo dicen operadores políticos de Tamaulipas, Hidalgo, Coahuila, Chiapas, e incluso Jalisco, quienes ya están inmersos en alguno de los proyectos para gobernador.
Cierto, Samuel García fue todo un fenómeno disruptivo en la comunicación política que lo hizo distinguirse en una campaña tan enlodada por los dos punteros, de ahí que cautivó el segmento electoral más importante, los jóvenes, que no focalizaron las campañas con diseño tan tradicional de Clara Luz Flores, así como de Adrián de la Garza. ¡Qué grave error están cometiendo!
Pensar en repetir el fosfofenómeno o esperanzarse en el “cómo pudo ganar Samuel García”, podrán tener la misma oportunidad; esto es casi lo mismo que repetir en la compra del mismo billete de Lotería toda la vida con la esperanza de sacarse el premio mayor.
No es que Nuevo León se cueza aparte, no es eso; claro que se puede replicar el caso neolonés siempre y cuando existan las condiciones similares, pero ninguna entidad en este 2022 tiene un marco ni lejanamente parecido al vivido en las elecciones de 2021.
Para empezar, tan solo en esta semana, en UNOCI Consultores en Comunicación ya hemos detectado serios errores de estrategia en el caso de Tamaulipas que costarán mucho dinero, neurosis, y traiciones. En los casos de Oaxaca e Hidalgo ni vale la pena mencionar sobre la crónica de un “triunfo” anticipado. ¿Cómo ganó espacio el fenómeno fosfo-fosfo? Con muchos golpes de suerte que supieron capitalizar oportunamente, una permanente escucha –listening- de las conversaciones digitales (Aquí entra mi odiosa frase “Hay un mundo más allá del Facebook”), extremo cuidado en la comunicación de crisis, y mucho sigilo de transitar entre los ataques de los punteros.
Todo lo anterior tenía un extraordinario binomio comunicacional muy poderoso: Samuel García – Mariana Rodríguez.
Si todavía no queda claro a quienes ya están operando políticamente los proyectos de las candidaturas a gobernar cierta entidad, en síntesis en estos #Apuntes de comunicación política te comparto otros tres puntos adicionales del porqué no deben tener esperanza en que ganarán milagrosamente como “el triunfo del fenómeno fosfo-fosfo”:
1.NO HAY COMPETENCIA FÉRREA ENTRE PUNTEROS
En ninguna entidad con elecciones en este 2022 tienen dos punteros en las preferencias electorales que arrancarán las campañas con una competencia férrea, peor aún, hay más de un estado que está posicionado en la opinión pública que ya está arreglada la contienda para que gane cierto partido político.
2. NO TIENEN CANDIDATOS JÓVENES, NI CAMPAÑAS
En ninguna entidad con elecciones en este 2022 han seleccionado a candidatos jóvenes, sumado a que ninguna candidatura tiene engagement con la juventud, y peor aún, es evidente que ninguna campaña tendrá un diseño focalizado para los jóvenes porque no tienen un candidato extraordinario con poderosa proyección comunicacional.
3.NO TIENEN CLARO EL PESO DEL GOBIERNO ESTATAL
Pequeño detalle que han pasado por alto, seis años de un gobierno estatal tiene un peso en la decisión del votante, mismo que jugará el día de las elecciones ¿Será a favor o en contra? APUNTES Al finalizar mis conferencias, así como en mi programa “La Entrevista” por POSTAMX, siempre cierro con mi frase “Todos los días se construye el éxito, y el fracaso también”. Pregunto ¿Qué han construido las candidaturas que ya están definidas en 2022?
¿Y tú, qué opinas?
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