CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- El último decreto gubernamental sobre las actividades permitidas en el estado de Tamaulipas por la pandemia del Covid-19 afecta la movilidad que pueden desarrollar los partidos políticos y sus aspirantes en las precampañas.
Luego de que los actos masivos están prohibidos en el documento emitido por la administración estatal, Edgar Melhem Salinas dirigente estatal de el Partido Revolucionario Institucional PRI advirtió que la instrucción girada a sus estructuras es atender las medidas.
“Los eventos masivos están suspendidos haremos reuniones pequeñas, con sana distancia y todas las medidas de prevención”, dijo tras señalar que en precampaña seguirán difundiendo el trabajo partidista y del precandidato de la coalición al interior.
Es decir las acciones o actividades políticas no están abiertas aún a la población en general, solo a la militancia.
Este fin de semana los aspirantes o precandidato César Verástegui Ostos sostuvo encuentros con estructuras de los partidos que conforman la coalición Va por Tamaulipas en grupos pequeños.
Lo mismo se pudo observar en la actividad de Américo Villarreal Anaya que realiza recorridos exclusivamente con la militancia de Morena.
El decreto establece que la máxima cantidad de personas reunidas en un salón es hasta de 125, por lo que al bajar la cantidad se limita para los partidos la difusión de proyectos en precampaña.
Por su parte el Comisionado Nacional del Partido del Trabajo (PT) Arsenio Ortega Lozano, dijo que cuando les corresponda, atenderán las medidas de salud.
“El PT no tiene precampaña, sin embargo se tendrán que seguir las indicaciones de salud respecto de las reuniones de simpatizantes, el año pasado se realizó campaña siguiendo los protocolos de salud respectivos”.
En este proceso dijo que harán lo mismo, pero hasta dentro de unos meses, “Si no tenemos precandidato no podemos hacer precampaña, los simpatizantes del PT nos estamos preparando para participar activamente en los tiempos de campaña.
POR NORA ALICIA HERNÁNDEZ HERRERA
EXPRESO-LA RAZÓN