¿Y cómo está la cohesión de la coalición PAN-PRI-PRD que apuntala al Truco Verástegui?
¿Y la alianza que postula a Américo Villarreal Anaya, MORENA-PV-PT, como anda de coordinación interna?
En lo particular –es decir: en su partido, el PAN–, el Truco no tiene problemas, ni conflictos. Se puede afirmar, que su precandidatura fue una operación tersa:
no se vieron, ni se ven, fisuras entre la militancia ni entre los participantes en la campaña interna.
Ni Ismael García Cabeza de Vaca, ni Gerardo Peña, y mucho menos el participante con mayores consensos dentro de la militancia azul, Chucho Nader, tuvieron la idea de escurrirse a otras opciones. Ismael, obligado por la sangre; Gerardo, maniatado por su consanguineidad política con el gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca y Chucho Nader, mandatado por la institucionalidad y su lealtad al panismo doctrinario tampiqueño del cual es uno de sus más conspicuos representantes, siempre se mantuvieron en las coordenadas del partido que les ha dado tantas oportunidades –la mayoría exitosas– en su vida política- administrativa.
Es decir: actuaron y actúan, como hombres de partido.
En el plano general –es decir en el marco del PAN-PRI-PRD- es donde Verástegui, tiene que trabajar para meterle consistencia. Donde se visualizan más contradicciones, es con el PRI. El tricolor está en una profunda descomposición; entró con una gran expectativa, que contraviene con la realidad: va en unidad con el PAN, sí; sólo que va desquebrajado: una parte de la militancia se sumó al Truco, pero otra se adhirió a Américo.
Con el PRD, el precandidato panista, no tiene agobios: es inexistente en Tamaulipas.
Villarreal Anaya y el bloque que lo postula –MORENA-PV-PT– enfrenta un escenario contrario al que desafía al Truco.
En lo particular –en la estructura militante de MORENA–, el precandidato guinda, tiene su principal desafío: la multitud de aspirantes en la contienda interna, siguen enfadados por el proceso; sigue el proceso de sanar el distanciamiento abiertamente pero faltan algunos actores de incorporarse a la precampaña del Senador. Es conocida
la postura de Maky Ortíz, tanto como es desconocida, la de Héctor Garza el Guasón.
En lo general, Villarreal Anaya, MORENA-PV-PT, la tiene de maravilla. Monolíticamente, el PV y el PT, van con mucha fe con la IV T y su candidato. Todo suave, sin turbulencias; el Verde, que posee un capital electoral nada desdeñable, va a muerte con el lopezobradorismo; el PT, igual: porta la playera guinda, con vehemencia.
Esos son los retos de una y otra coalición.
Desenredar ese nudo gordiano, es uno de los primeros obstáculos de Villarreal Anaya y Verástegui Ostos.
POR JOSÉ ÁNGEL SOLORIO MARTÍNEZ