TAMAULIPAS.- El último día de este mes, un promedio de 113 mil trabajadores petroleros elegirán a su nuevo líder nacional, será por voto libre, secreto y directo.
Se trata quizá, del más importante proceso a través del cual sabremos hasta dónde avanzó el combate a la corrupción sindical en los primeros tres años de la 4T. Para el efecto inscritos están cuando menos dos docenas de aspirantes, entre los que sobresale Ricardo Aldana Prieto, tesorero que ha sido de la organización por más de veinte años y de quien existe la impresión que será el que logre mayoría, considerando que cuenta con suficiente respaldo económico y desde luego, con la infraestructura heredada por Carlos Romero Deschamps, quien permaneció al frente del STPRM 26 años convirtiéndose en el principal cómplice de las maniobras neoliberales para destruir a PEMEX, facilitando el saqueo y toda la inmoralidad de la que ahora nos enteramos.
El asunto es que con las reformas laborales se pretende que dicha elección sea democrática, por lo tanto lejana al “charrismo” que ha impedido el desarrollo del obrerismo nacional. Y qué mejor que intentarlo en dicho sindicato, como parte de la transformación que vive la república.
Aunque ya sabemos que el STPRM registra claro-obscuros derivados por lo general, de circunstancias políticas. Imposible no acudir al episodio de la detención de Joaquín Hernández Galicia y sus más allegados, entre ellos Salvador Barragán Camacho, el más consentido y al que José López Portillo, llamó “campeón de la lealtad”, en memorable acto en ciudad Madero. Eran tiempos felices, nada comparables con los que la organización vivió durante el régimen de Miguel de la Madrid cuando sobraban evidencias del atentado contra PEMEX.
Recordemos aquel líder que en las barbas del entonces Presidente dijo: “¡Si se hunde PEMEX, se hunde usted, nos hundimos todos y se hunde México!”. En ese entonces se acercaba la sucesión y aunque el resto de la historia es conocida, nadie ignoró que el encierro de “la quina” durante ochos años ordenado por Carlos Salinas de Gortari, se debió a que se opuso al desmantelamiento y privatización de la principal industria pública, así como al apoyo otorgado al candidato adversario Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
La memoria registra el fraude electoral del 88, la caída del sistema y la posterior “legitimación” de CSG con la detención de Hernández Galicia y la “siembra de pruebas” que incluyeron armas y hasta el cadáver de una persona fallecida días antes. Esa fecha, (10 de enero de 1989), el líder fue sometido pero no derrotado.
De manera que la 4T pretende democratizar al STPRM; ojalá se logre alejar al fantasma de Romero Deschamps que merodea en insalubre caño de negras aguas para seguir siendo el rey…¡ay, güey!. SON MÁS PERO NO CUENTAN Cada sesión se comprueba que “la mayoría” morenista en el congreso local es una vacilada.
Mejor dicho, una especie de risa en vacaciones. Y es que los (as) dipus se convirtieron en decepción que incrementa la frustración popular. Sea que para efectos de justicia social sirven pa’ maldita la cosa. En este sentido son válidos los reclamos de quienes votaron a su favor suponiendo que el asunto iba en serio. Sin embargo fíjese que la tal representación, “salió más pior”.
No da resultados, sino lástima y en cuanto al ridículo, tiene para repartir y hasta regala la canasta. De verdad os digo que no se miden en eso del protagonismo en esta comedia de lo increíble. ¿Cómo siendo “mayoría” no ganan una?.
Es como si los y las “morenistas” transcurrieran por un mundo al revés conducidos por Armando Zertuche Zuani, quien perdido en las tinieblas de su incapacidad sigue creyendo en la inmortalidad del cangrejo y la existencia del planeta de los simios. “Y pos así, ¿cuándo?”, como dijo aquel.
SUCEDE QUE
Aunque ya consumió su minuto de gloria, Maki Ortiz busca tiempo de compensación. Y hasta la próxima
POLVO DEL CAMINO / MAX ÁVILA