MÉXICO.- Tita Bravo, la mamá del primer esposo de Inés Gómez Mont, reveló recientemente que la conductora era mala madre, pues no bañaba a su nieta y cuando trató de hacerlo se le cayó, pero puntualizó que no fue culpa de su hijo Javier Díaz, pese a que Inés ha dicho que él fue el responsable.
Contó que a causa de ese incidente la menor tuvo que ser llevada a un hospital. Agregó que no es bueno que los trillizos y la hija mayor estén en convivencia con la ex conductora de ‘Ventaneando’, por la situación legal en la que se encuentra.
El primer matrimonio de la presentadora de televisión fue con Javier Díaz, un empresario dedicado a los bares, antros y restaurantes. En 2008 y tuvieron cuatro hijos: Inesita y los trillizos Bruno, Diego y Javier. Sin embargo, la relación no prosperó y se divorciaron en 2013. Más tarde, con Víctor Álvarez Puga tuvo a María y Bosco Álvarez Gómez Mont. Díaz no tenía el derecho de convivir con sus hijos y ahora menos, pues Inés se los llevó en su huída de México.
¿De qué se le acusa Inés Goméz Mont?
Inés Gómez Mont, de 38 años, y su esposo, el abogado Víctor Álvarez Puga, de 42, tienen una orden de aprehensión en su contra por presuntamente haber cometido delincuencia organizada con fines de lavado de dinero, operación con recursos de procedencia ilícita y peculado.
La pareja es acusada de ser responsable del desvío y lavado de dinero de 2 mil 950 millones de pesos que provenían de la Secretaría de Gobernación (Segob), cuando Miguel Ángel Osorio Chong era el titular. En un principio, el dinero fue de para la empresa Seguridad Privada Inteligencia Cibernética S.A. de C.V., pues supuestamente había vendido un programa de interconexión de siete penales federales al C4, del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social.
Más tarde, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público encontró que en realidad se trataba de una Empresa que Factura Operaciones Simuladas con el objetivo de lavar el dinero; la firma mencionada habría triangulado el capital y las transacciones fueron rastreadas hasta llegar a Víctor Manuel Álvarez Puga e Inés Gómez Mont, quienes se presume cobraron una comisión por haber tratado de aparentar que el dinero se consiguió lícitamente.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO