JAPÓN.- Este sábado, un sismo de magnitud 6.6 sacudió el sudoeste de Japón, dejando al menos nueve heridos. Sin embargo, no se activó la alerta de tsunami, según informaron las autoridades niponas.
El sismo tuvo lugar a las 1:08 hora local (16:30 GMT del viernes) con epicentro a unos 40 kilómetros de profundidad frente a las costas de las prefecturas de Oita y Miyazaki, en la isla meridional nipona de Kyushu. Esto de acuerdo con datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
Asimismo, en ambas regiones alcanzó el nivel 5 superior de la escala japonesa, con un máximo de 7 y centrada en medir la agitación en la superficie y las zonas afectadas, más que en la intensidad del temblor, según la JMA.
El movimiento telúrico se dejó notar con fuerza en otras zonas de Kyushu y al sudoeste de la isla de Honshu, la principal del archipiélago nipón. En ellas también se registró una intensidad del nivel 5, en la que se considera difícil que las personas puedan mantenerse en pie sin sujetarse a algo.
Las autoridades locales informaron sobre nueve heridos en diversos accidentes, como caídas y golpes causados por el temblor, la mayoría de ellos de carácter leve, en Oita y Miyazaki.
También causó interrupciones del suministro eléctrico y de agua en la primera de estas prefecturas. Por el contrario, no se detectaron irregularidades en las plantas nucleares ubicadas en Kyushu.
El Ejecutivo central ha creado una oficina de seguimiento del suceso para evaluar los daños materiales, que por ahora no se consideran significativos.
???????? Japon | #地震 #earthquake
Pas de risque #tsunami après un séisme de magnitude 6.3 il y a quelques heures sur la côte nord-est de l'île de Kyūshū. Les secousses dans la ville d'Ōita…
(???? @gingatandx)pic.twitter.com/5wLsoYaupn
— Alexandre (@alex_le_bars) January 21, 2022
Sismos de menor intensidad posteriormente
Varios sismos de menor intensidad se sucedieron en la misma zona en las horas posteriores. Ante ello, la JMA alertó del riesgo de que se produzcan más temblores similares en los próximos días.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que sus infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.
CON INFORMACIÓN DE PACO ZEA