TAMAULIPAS.- México cerro el 2021 con mil cuatro feminicidios, según cifras oficiales, la prensa internacional titula que México registró un año negro al sumar cerca de 3 mil 500 mujeres asesinadas, casi 2 mil 500 casos contabilizados como homicidios dolosos, y más de mil como muertas por razón de género.
Dos años de pandemia y tres de un gobierno misógino que no presenta políticas públicas para frenar la violencia feminicida ocasionan que las estadísticas no bajen, al contrario, van a la alza de forma alarmante, con más de medio país con alertas de género y sin brújula para aplanar esta curva. La otra pandemia, la de los asesinatos contra mujeres que México no ha logrado contener, intenta ser truqueada con los datos oficiales, la Secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez le ha dicho al presidente que en diciembre el delito del feminicidio bajo un 7 por ciento, con respecto al mismo mes del año anterior, pero el registro anual no deja margen a dudas, la máxima expresión de violencia hacia la mujer esta incontenible.
El año pasado, el presidente aseguró que, así como el movimiento feminista nació con la llegada de la 4T aunque luego reculó, los feminicidios se comenzaron a contar como a partir de su administración y no ha corregido su nota, pese a las evidencias públicas. Por eso las feministas no bajan la guardia y tienen que divulgar sus narrativas que son las reales, porque ellas están dedicadas a recabar evidencias sobre la violencia feminicida, y aclaran que la tipificación del feminicidio, considerado como el acto de asesinar a una mujer por ser mujer, data de 2012 en el Código Penal Federal.
Otra cifra que no queda muy clara, dado a que es difícil cuantificar por la poca denuncia legal, es la violencia doméstica que esta ocurriendo con más intensidad desde que comenzó la pandemia, organizaciones mundiales advirtieron de esta alza, pero no se propuso ninguna estrategia para contenerla.
En cuanto a este delito, el dato que ofrece el gobierno para la percepción ciudadana es que la violencia familiar disminuyó un 17 por ciento en diciembre, con respecto a mayo, quizás ese periodo sí hubo menos mujeres agredidas en su propia casa, pero tiene más que ver con la temporada navideña, donde se reciben pagos de aguinaldos, se juntan las familias en son de paz y se dejan las rencillas para más adelante, fue como una tregua por la familia fraterna que se fomenta desde el poder.
Las mujeres aguantan por no echarles a perder la navidad a sus hijos o por que los juzgados se van de vacaciones y eso no se toma en cuenta en las estadísticas oficiales. La nota sobre el aumento de la violencia feminicida que se coló a las primeras planas internacionales la semana pasada, se quedará ahí para la historia, en dos meses más, en marzo, volverán a prometer que se esta trabajo en esta crisis de seguridad que se cierne sobre las mujeres. Las cifras oficiales o los otros datos son alarmantes y aún así la agenda pública se enfoca en el “corazoncito” del presidente que no se lo toca para atender a las mujeres.
EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE