TAMPICO, TAMAULIPAS.- Después de un breve “respiro” con las fiestas de la temporada decembrina, empresarios restauranteros están viviendo uno de los inicios de año más difíciles, pues además de la crisis económica y la cuesta de enero, el alza de contagios ha bajado aún más la afluencia de clientes.
El empresario restaurantero Marcelo Abundiz Ramírez, dijo que se prevé una cuesta de enero más prolongada y que podría incluso a llegar hasta finales del primer trimestre del año.
“Algunos que estamos afiliados a las cámaras, hemos tenido ese tipo de reuniones con los dirigentes porque se prevé que se alargue la cuesta hasta finales de marzo”, reveló.
Señaló que la bonanza que vivieron el último mes del 2021, les sirvió para recuperarse de un año difícil, pero no es suficiente para mantenerse en una larga cuesta de enero.
“A pesar que tuvimos muy buenos números en el rubro gastronómico (en el cierre de año), eso nos ayudó para tener un “colchón” y sobrellevar la entrada de este año, que es cuando se nos juntan todos los pagos de impuestos, permisos y trámites estatales y municipales, estamos previendo una cuesta de enero hasta marzo y eso y los insumos, si nos está pegando fuerte”, aseguró.
Para evitar daños en los negocios, los empresarios del ramo gastronómico están empleando medidas de austeridad y eficiencia, que les permita soportar las alzas a los insumos que se dispararon por la alta inflación que registró la economía mexicana.
“De las primeras medias que hemos tomado para mitigar estos incrementos es reducir nuestras mermas, tratar de economizar más con los combustibles como el cuidado la luz, cuidando el gasto y las limitaciones que nos ponen por el incremento de los contagios, estamos cuidando los insumos y los clientes”.
El también integrante de la agrupación GAET, reconoció que la mayoría de los negocios de comida en Altamira, han tenido que recortar personal, debido a que soportar la nómina es uno de los gastos más fuertes.
“Es bastante complicado con lo que son las bajas ventas, el incremento de insumos, servicios y trámites, desafortunadamente hemos tenido que vernos en la necesidad de hacer recorte de personal, algunos han tenido que tomar medidas más drásticas, hasta un 40% de personal se ha tenido que recortar y ser más operativos con el personal que ya hay, tenemos que economizar mucho los gastos y la nómina es lo que nos pega mucho a nosotros”, reconoció.
Abundiz Ramírez dijo que en medio de la larga cuesta, el día de San Valentín será una fecha importante para poder “oxigenar” a los negocios de todos los ramos, especialmente el gastronómico.
“Estamos preparándonos en tema de oferta y demanda con los consumidores para provocar precios accesibles, productos más económicos para que en febrero, en base a esa fecha, buscamos que sea una nueva oxigenación y estamos apostando para oxigenar a los negocios”, afirmó.
Con el incremento alarmante de contagios de Covid-19, el empresario restaurantero dijo que el sector no podría soportar restricciones sanitarias como las registradas en el 2020.
“No creemos que sea una decisión que tomen las autoridades, están consientes que cerrar los ‘no esenciales’ o más restricciones, será el final para las Mypimes, no creemos que el gobierno tome esa decisión, pero no lo descartamos, y estamos preparándonos para evitar esas consecuencias, cuidamos mucho a los clientes para evitar contagios y con los trabajadores que cumplan todas las normas y evitar un cierre”, afirmó.
Consideró que un nuevo cierre de negocios sería fatal para muchos restaurantes, pues de instruir el cierre temporal por los contagios, obligará a muchos empresarios a cerrar de forma permanente.
“Definitivamente es una amenaza y se pronostica que de llegarse al cierre de ‘no esenciales’, más del 50% que deban cerrar, será prácticamente imposible que vuelvan a reaperturar, porque seguimos con el incremento en servicios y el propietario no va a poder soportar ese cierre”, puntualizó.
Por Omar Reyes
Expreso-La Razón