El Centro de Investigación y Docencia Económicas cumplirá 50 años en 2024. Ante el notario número 6 de la capital, el 25 de noviembre de 1974 fue constituido el CIDE y en su acta de nacimiento se da cuenta de que una de las instancias que le dio origen es el Banco de México, organismo que no ha explicado el porqué de su abstención en la polémica cita del lunes pasado, cuando el Conacyt dio un paso más en el socavamiento de la institución del rumbo de Santa Fe.
La Asamblea de Asociados del CIDE se reunió este día 24 para modificar los estatutos y dar legalidad, ex post, al nombramiento del director José Antonio Romero Telleache, rechazado por la comunidad cideíta, que además considera que esa convocatoria sepulta la vida colegiada que hasta ahora caracterizaba a ese centro de estudios.
Como era previsible, de los ocho asociados, las secretarias de Educación y Energía, identificadas con el ala incondicionalidad a Palacio, votaron a favor del cambio de estatutos. Más el de Conacyt y el Fondo de Cultura Económica. En cambio, Tatiana Clouthier volvió a dar una buena nota al rechazar, como titular de Economía, la propuesta. Y también en contra votó El Colegio de México.
¿Y los otros votos? Cuando el CIDE nació, José López Portillo era el titular de Hacienda y el Banxico aún era una sociedad anónima. Quién sabe cómo le va a explicar Rogelio Ramírez de la O a la posteridad que Jolopo tuvo más altura de miras que él. Aunque luego fue un desastroso presidente, nadie le quitará el haber firmado el acta de constitución del CIDE, que llegaría a ser una institución de excelencia; Ramírez de la O, en cambio, no sabemos si siquiera estuvo o mandó a alguien, pero su voto ni en el boletín está.
Por cierto, lo mismo se puede decir de Juan Pablo de Botton: ¿qué se sentirá ser subse de Egresos de la SHCP que ni repela cuando se da este golpazo a tu alma mater?
Hasta ahí la votación iba 4 a 2. El hubiera no existe, pero si el Banco de México no se hubiera abstenido en esa consulta, Álvarez-Buylla habría ganado de panzazo (4-3). Con ello sería evidente que los cambios apenas si fueron aceptados por los asociados (con Hacienda como espectro). Pero el verdadero problema es que al día de hoy no sabemos por qué se abstuvo.
Siendo uno de los organismos que estuvieron desde el principio en la vida del CIDE, se antoja que lo que menos debe hacer el Banco Central es explicar su decisión frente a la comunidad a la que ayudó a nacer y a la que ha acompañado casi medio siglo.
¿Fue la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez, la que decidió votar así? ¿O fue un voto discutido y por tanto asumido por toda la Junta de Gobierno? ¿Qué consideró el banco para decidir su posición? ¿Por qué no a favor? ¿Por qué abstenerse en vez de votar en contra?
El CIDE es parte de la vida de México desde tiempos de Echeverría. El Banxico está obligado con su criatura, y con la sociedad, a transparentar tan trascendente decisión.
Así como luego salen a la luz sus votos sobre subir o bajar las tasas, deberían explicarnos su posición en una pugna que afecta, para empezar, la vida de
una todavía acreditada institución de estudios superiores; explicación que además sería indicio de si el Banxico será independiente, o se formará en la fila de Rocío Nahle y la maestra Delfina Gómez.
POR SALVADOR CAMARENA