CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- La modernidad que ha llegado a las comunidades rurales con la construcción de carreteras y mejoramientos en caminos, trajo consigo un incremento en la inseguridad, por lo que se han incrementado los robos en comunidades rurales En esos lugares, los amantes de lo ajeno se llevan herramientas del campo, y han cometido más de 20 robos ganado en la región en los últimos dos años.
Ángel Lara Martínez, secretario de organización de la liga de comunidades agrarias y campesino del ejido Manuel Ávila Camacho de este municipio, alertó que la inseguridad no sólo afecta a los ejidos de Victoria, también a las comunidades vecinas de Güémez y Casas, donde los delincuentes aprovechan la falta de vigilancia para cometer atracos en esa región.
“Desde la desaparición de la Policía Rural por parte de la Secretaría de Seguridad pública, el campo quedo desprotegido ya que en muy raras ocasiones hay presencia policial en los ejidos, caminos y brechas de las comunidades rurales, lo que es aprovechado por los maleantes para cometer atracos”.
La situación más crítica se registró en los años 2019 y 2020, cuando los amantes de lo ajeno llegaban a los ejidos a robarse el ganado de los corrales.
“Se robaban; vacas, chivos, marranos, burros y caballos, donde se presume que los mataban para luego venderlos en negocios de la ciudad como carne de res para tacos”.
Dijo que los campesinos tuvieron que realizar una investigación, y hallaron en las cercanías de la colonia Marte R. Gómez un rastro clandestino donde presuntamente destazaban las reses y todo tipo de ganado robado para sacar la carne y venderla.
A pesar que se presentaron varias denuncias, las autoridades nunca investigaron y no se detuvo a nadie, y todos estos delitos quedaron impunes.
“Ahora los robos continúan pero a menor nivel, donde los delincuentes llegan y se llevan herramientas de trabajo en el campo, aprovechando que pueden entrar y salir fácilmente por los accesos que existen actualmente”.
URGE QUE VUELVA LA POLICÍA RURAL
El líder campesino Lara Martínez, indicó que una de las peticiones que se han hecho al gobierno del estado es que vuelva la policía rural, luego que actualmente el
campo está sin vigilancia.
“No hay quien cuide las brechas, ni caminos rurales, por lo cual para delincuentes es muy fácil llegar en la noche o en el día a los corrales, subir uno o dos animales y llevárselos sin que nadie los moleste porque no hay vigilancia”.
Dijo que la cercanía que tienen los ejidos con la ciudad es otra desventaja que tienen y que provoca el incremento de robos en las comunidades.
“Actualmente comunidades como; Benito Juárez, el Olmo, La Libertad, el Olivo, la Presa, la Misión, Lázaro Cárdenas, 7 de noviembre, entre otros, prácticamente está dentro de la mancha urbana de la ciudad, mientras que otros como los cuatro Caballeros, Carbonera, Rancho Nuevo, San Juan y el Ranchito, están a escasos minutos de la ciudad y tienen carreteras ejidales por lo que los hace más susceptibles a sufrir robos”.
POR ANTONIO DE LA CRUZ
EXPRESO-LA RAZÓN