Emilio Lozoya hizo berrinche al enterarse que seguiría en la cárcel; rompió un documento que llevaba entre sus manos y lanzó fulminante mirada sobre el juez que lleva el caso Odebrecht y la corrupción en PEMEX. Unas horas antes había recibido su liberación por la fraudulenta compra- venta de la planta Agronitrogenados, por ello confiaba en obtener cuando menos, el beneficio de enfrentar el juicio en la comodidad de su casa, o en alguno de los restaurants de lujo que acostumbra visitar.
Pero resulta que el Poder Judicial determinó su permanencia tras las rejas por la sencilla razón de que podría escapar y refugiarse en algún país europeo, como lo hizo en Alemania, España y Rusia, antes de ser detenido y extraditado. Recordéis que en calidad de huidas se encuentran su hermana Gilda Susana y su esposa Marielle Helene Eckes. No así la madre Gilda Margarita Austin quien enfrenta a domicilio el proceso por los presuntos delitos de asociación delictiva y lavado de dinero, mismos por los que se acusa a las antes señaladas.
Lo cierto es que Emilio Lozoya permanecerá encerrado, lo cual significa un alivio para quienes confiamos en que el combate a la corrupción llegue hasta las últimas consecuencias y efectivamente se castigue a los verdaderos causantes de la dificultad económica que afecta la república. Y es que los voceros del desastre, es decir los medios de comunicación adversarios de la 4T, publicitaron a toda plana en los últimos días “la inminente” salida del ex funcionario del reclusorio. Claro que esta presión contra la SCJN por ahora no les resultó. “¡Qué barbaridad, siendo una familia tan honorable!”, repitieron en su oportunidad, algunos de los más conocidos “analistas” que en el gobierno morenista perdieron sus privilegios. En cuanto a la planta Agronitrogenados, adquirida por PEMEX a exagerado sobreprecio, no hay explicación el porqué Lozoya fue liberado de los cargos que le resultan, siendo el operador principal de la transacción ordenada por sus jefes Luis Videgaray y Enrique Peña Nieto. ¿No será tiempo de ir por el ex presidente y por quien fuera el funcionario consentido de su gabinete?.
Sea como fuere, en la guerra contra la corrupción neoliberal existen interrogantes que a decir verdad, no sabemos si podrán ser resueltas en lo que resta del sexenio. Inquieta que denuncias realizadas en tiempo y forma ante la Fiscalía General, al igual que asuntos turnados a la SCJN, permanezcan sin ánimo para ser aclarados, es decir, alimentando la impunidad. Y eso sí cala.
POR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
No es fácil ejercer el periodismo crítico o de investigación política. Eterna confrontación siempre y cuando se cumpla con los valores éticos de la profesión. No confundir a quienes sirven al poder sin limitación alguna, con aquellos (as), que con pasión y valor se entregan a la vocación que consideran el objetivo de su existencia. Sobran ejemplos en uno y otro sentido.
Ahora que se multiplican las protestas por los crímenes de compañeros, no debemos ignorar que durante los gobiernos neoliberales el tema casi no se tocaba por razones obvias. Y es que sacrificados en el ejercicio de la libertad de expresión siempre han existido.
Un dato.- Al evento donde este columnista recibió el Premio Nacional de Periodismo en 2016 organizado por el Club de Periodistas de México A.C., se anunció la presencia de Peña Nieto, sin embargo éste, al saber que se mencionarían los nombres de los comunicadores muertos y desaparecidos durante el régimen, canceló la asistencia a última hora, enviando en
su representación a su vocero Eduardo Sánchez Hernández
SUCEDE QUE
Ante la vergüenza y la humillación, no extraña que la auténtica militancia del PRI se incline por la dignidad.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA