MÉXICO.- Un año nuevo trae consigo nuevas esperanzas y oportunidades, así como numerosas tendencias clave que prosiguen la evolución del año anterior. En este sentido, el 2022 sigue el camino esperado, aunque, en muchos casos, las tendencias que nos trae para los próximos 12 meses darán un fuerte acelerón. La interconectividad, la globalización y la experiencia compartida de la pandemia son factores que influyen en su velocidad, alcance y escala. Para hacernos una idea de lo que nos depara el 2022, empezaremos hablando de una de las industrias que obtuvo un mayor crecimiento el año pasado.
La mejor manera de ilustrar el auge continuado de las criptomonedas y su enorme popularidad es su inclusión en la aplicación de PayPal. A día de hoy, se puede comprar y comerciar con cuatro tipos de criptomonedas diferentes con únicamente un correo electrónico autorizado por PayPal. Ello muestra que los principales actores del mercado están empezando a adaptarse a este cambio monumental en la manera de concebir y usar el dinero.
¿Seguirá algún otro país los pasos de El Salvador y adoptará las criptomonedas como divisa legal? Este tipo de cambio es difícil de predecir desde un punto de vista meramente financiero, en gran parte por la cantidad de capital político que hay en juego. Habrá que ver cómo afecta la naturaleza desestabilizada de las criptomonedas el futuro de todo un país y qué supone para los ciudadanos un reto así en materia de poder adquisitivo. Nunca se sabe: podríamos asistir rápidamente a la formación de una economía de dos niveles en la que los inversores en criptomonedas tengan ventaja sobre las personas que tienen todos sus ahorros en la divisa nacional.
Otro de los temas que darán que hablar en 2022 es la influencia de la COVID-19 en el deporte profesional. Para ilustrar los problemas que el coronavirus está provocando en el mundo del deporte basta con fijarse en la suspensión constante de partidos de fútbol, la incertidumbre acerca de la celebración de ciertas competiciones internacionales o el reciente episodio vivido por Novak Djokovic y la Federación Australiana de Tenis. Es un problema que no tiene fácil solución, primero porque se trata de un caso de salud pública y segundo porque es un tema que depende de la percepción personal de cada uno. Nos tememos que este problema se irá repitiendo a lo largo de todo el año, con subidas y bajadas en línea con el índice de infección del virus.
La creciente popularidad del juego online continuará su curso este año, lo que fomentará la innovación y la creatividad de la industria del juego. El índice de presentación de nuevos juegos alcanzará cotas nunca vistas, especialmente en materia de MMORPG y de casinos online. Esto es algo que tampoco tiene pinta de desaparecer pronto, sobre todo porque cada vez son más las personas que descubren lo bien que se puede pasar con un teléfono celular y una buena conexión a internet.
Sin embargo, hay otras tendencias que indican que el 2022 no traerá solo juegos y diversión. El creciente costo de la deuda debido al incremento de los préstamos durante la pandemia se mantendrá también este año, máxime si se continúan produciendo confinamientos y restricciones en ciertos sectores. Si bien muchas personas han podido acceder a créditos para poder sobrevivir, llegará un momento en que habrá que devolverlos, y se prevé que este problema se evidenciará a finales de 2022, cuando las restricciones impuestas por los gobiernos con motivo de la pandemia empiecen a desaparecer. De hecho, la capacidad de los gobiernos para pedir dinero prestado a los bancos centrales también se verá afectada debido a los niveles de deuda acumulados, sin precedentes hasta la fecha. Ello disparará los tipos de interés, lo cual se traducirá en créditos menos ventajosos para los consumidores y en una subida general de los precios.
Finalmente, podemos decir sin temor a equivocarnos que la preocupación por el cambio climático y el medioambiente se continuará amplificando en las próximas semanas y meses. Las nuevas generaciones son cada vez más conscientes tanto de los peligros que supone el cambio climático como de la incapacidad del ser humano para organizarse a nivel político para ponerle freno y reparar los daños causados.
Sin duda, este año nos trae tanta incertidumbre como motivos para el optimismo. Hay muchas cosas que no podemos predecir con precisión ahora mismo, pero conocer los factores fundamentales que marcarán las tendencias clave es siempre un buen punto de partida. A partir de aquí, nos tocará hacer los cambios y mejoras pertinentes para guiar al 2022 por el buen camino.
POR STAFF