VICTORIA, TAM.- Con medio siglo de hacer nixtamal y más de 3 generaciones de tradición familiar, el molino del 30 Juárez se ha convertido en el preferido para adquirir masa y preparar desde tamales de la candelaria, hasta gorditas o tortilla cualquier día de la semana.
Josefina Álvarez García actual propietaria, platica que todo inició con sus padres Salvador Álvarez García y María de los Ángeles hace más de 50 años en sus inicios en el 14 Conrado Castillo.
Cabe señalar que los abuelos de Josefina también se dedicaban a moler maíz, por lo que sus madres decidieron hacer lo mismo y abrir su propio negocio en un tiempo en que era común que cada familia contara con costales de este grano, pero no como molerlo.
“Mis abuelos maternos también tenían un molino, entonces ya es una tradición familiar, la cual ha durado por 3 ó 4 generaciones” señaló Josefina al señalar que si bien no se vende las mismas cantidades, las personas no han dejado de buscarlos.
Los molinos de nixtamal, llegaron desde mucho tiempo antes que las máquinas tortilleras industriales, pese al paso de los años aún existen pocos molinos, en donde a diario acuden decenas de personas, para moler maíz ya sea seco, crudo o cocido.
“Comencé a ayudarles a mis papás y ya después yo me quedé trabajando, ya no se madruga mucho, los días 24 y último es cuando se madruga desde las 4 de la mañana para cocer el maíz con cal y después molerlo”.
Si bien cada día empiezan a moler desde las siete de la mañana, el trabajo se multiplica durante el 2 de febrero así como el 24 de diciembre y día último, fechas en que tiene que abrir desde las 4 de la mañana para darse abasto.
“No nos ha afectado mucho las tortillerías, porque la gente prefiere la masa de maíz para sus tortillas hechas a mano, tamales y los que hacen gorditas”.
Por Raúl López García