Enfocados en aprovechar al máximo el tiempo, los recursos y la disposición para colaborar con otras instancias de gobierno en planes que se reflejen en el beneficio colectivo, en la zona sur estamos viendo nuevamente una dinámica muy característica de los gobiernos locales en los últimos tres años: la vuelta al origen de su fuerza entre los ciudadanos.
En Tampico y Ciudad Madero, en donde las administraciones están encabezadas por Alcaldes emanados del PAN y de Morena, respectivamente, el inicio del año ha permitido a Chucho Nader y Adrián Oseguera retomar la intensidad que mostraron durante su primera administración y que les valió ganar contundentemente la reelección en junio pasado.
Apenas transcurridos los primeros 100 días de su segundo período como Presidentes Municipales han marcado líneas claras de trabajo tanto en lo individual como en equipo, colaborando como gobiernos locales con el Estado y la Federación en temas que tienen que ver con la seguridad, la promoción turística y económica, el desarrollo urbano y el cuidado de la salud pública.
En Tampico, además de reforzar las tareas del DIF que preside su esposa Aída Feres de Nader en los programas asistenciales, el Alcalde porteño reinició sus visitas a sectores en donde el Ayuntamiento y el gobierno estatal están trabajando para ampliar y mejorar la infraestructura urbana, pues desde hace días está poniendo en marcha obras de pavimentación, así como reposición de redes de agua y drenaje.
Abatir el rezago que todavía tiene Tampico en materia de desarrollo urbano, es una de las acciones que Chucho se puso entre las prioridades para esta segunda administración y para ello está aplicando recursos propios, pero ante el tamaño del reto ha gestionado con éxito el apoyo del gobierno estatal y hasta de la Federación, en la medida de las posibilidades.
Quienes pensaban que la relación personal e institucional de Nader y el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca sufriría algún cambio tras el proceso interno del PAN para seleccionar al precandidato a la gubernatura se quedaron en eso, deseando que hubiera algún contratiempo, algún malentendido y también, una improbable ruptura. No hay tal.
Por el contrario, el buen ánimo que trae Chucho en los últimos días obedece precisamente a que el trato personal e institucional entre ambos gobiernos ya se refleja en un ambicioso programa de obra pública que se está ejecutando en la ciudad, para ampliar los índices de desarrollo urbano a través de más infraestructura.
Justamente entre el sábado y ayer por la tarde, Chucho ha estado en sectores donde se requieren trabajos intensos para abatir el rezago urbano y en coordinación con el Estado, inició trabajos de pavimentación por más de 15 millones de pesos.
Pero no es todo, porque en la parte que le corresponde a su tarea como responsable de la promoción de oportunidades de negocios, Chucho ha hecho la tarea y ha dado seguimiento a gestiones iniciadas hace meses con empresarios locales y foráneos, para acelerar la definición de proyectos como la construcción de un moderno acuario y la celeridad en la terminación de la monumental rueda de la fortuna, que en el primer semestre de este año dará otro impulso al cambio que vive la ciudad.
Como ente político, Chucho Nader es el más fuerte de los activos que tiene el PAN y se sustenta lo mismo en la buena gestión que ha realizado como Alcalde -el mejor evaluado del país, de acuerdo con Consulta Mirofsky-, que en su eficacia como operador político, el único que supo frenar la ola de Morena en Tamaulipas en las pasadas elecciones de junio.
En cuanto a Ciudad Madero, el estilo de Adrián Oseguera no es tan diferente al de Chucho, en lo que se refiere a la cercanía que el Alcalde tiene con las familias que el año pasado le refrendaron su confianza para encabezar el Ayuntamiento.
Es ampliamente sabido que Adrián conoce bien las necesidades de miles de maderenses a los que visitó durante meses previos a su primera campaña por la Alcaldía, cuando andaba trabajando en el proyecto del ahora Presidente López Obrador. A Oseguera se debe la formación de la estructura que hoy da soporte a las movilizaciones y la fuerza de Morena en Madero, que en 2018 fue determinante para que López Obrador ganara la elección en esta zona.
Adrián fue uno de los participantes en el proceso interno de Morena para la designación del precandidato a la gubernatura y, al igual que su amigo panista y homólogo, también es el mejor evaluado de los Alcaldes morenistas en el país. Con altos índices de aprobación ciudadana a su trabajo, con una labor intensa de contacto cercano con la gente, con una estructura sólida y una fuerza emergente dentro del partido en el estado, Oseguera estuvo muy cerca de ganar la nominación, pero en su destino estaba marcado que siguiera en su actual encargo. Vendrán cosas mejores.
Con la fuerza que le otorga ser una de las figuras más sólidas dentro del partido en la entidad, refrendada su lealtad al proyecto del Presidente López Obrador para impulsar la llegada de la 4T a Tamaulipas, Adrián se sumó de lleno y plenamente a AméricoVillarreal Anaya, el representante político que buscará ganar en las urnas la elección por la sucesión.
A la par, sin distraerse en el tema político, que para eso hay tiempo, espacio y aliento, Oseguera retomó sus habituales actividades en donde mejor lo conocen y más a gusto se siente: en la calle, en las colonias y sectores de Madero donde esperan las obras de infraestructura urbana necesarias para elevar su calidad de vida.
El fin de semana, por ejemplo, estuvo en la colonia Adriana González de Hernández, conocida también como Chipús, en donde habitan cientos de familias en condiciones de precariedad que demandan apoyo oficial para cosas tan básicas como la pavimentación de calles, construcción de guarniciones, instalación de alumbrado y servicio de recolección de basura. Servicios públicos que son responsabilidad de la administración municipal, pero que durante años no se les había proporcionado eficazmente.
Oseguera ha estado yendo así a las colonias más pobres y los sectores donde la concentración demográfica obligan a aplicarse a fondo en el trabajo del Municipio. Ha tenido la habilidad de hacer que el dinero público alcance para eso y sin suspender la operación del gobierno local, ha transitado bastante bien por esta senda de su primera administración y ahora, en los primeros 100 días de su segundo mandato. El cambio de estrategia, que en realidad es la vuelta al origen, está funcionando.
POR TOMÁS BRIONES
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