CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Internado desde un hospital en Nuevo León el pequeño de tres años lucha por vencer el cáncer mientras sus padres y familia cercana realiza un sinfín de actividades para reunir la suma necesaria y pagar sus quimioterapias.
Ruth madre de Sebastián Gudiño Gallegos resalto que en el Hospital Infantil les brindaron toda la atención necesaria, sin embargo era de suma importancia que el menor recibiera sus quimioterapias con rapidez debido a lo agresivo de su caso, por lo que decidieron trasladarlo a una clínica privada de Monterrey.
La madre del pequeño relata que Sebastián cumplió 3 años recién inicios del mes de febrero y todo comenzó tras realizarle unos exámenes de rutina que se solicitan antes de inscribir a la guardería.
“Empezamos a notar algo raro, tenía un poco baja la hemoglobina y después del 25 de febrero le detectaron ganglios inflamados y un pediatra no dio una detección temprana tras palpar su vaso y su hígado”
Esto aunada a las bajas plaquetas y hemoglobinas que registraba en los exámenes decidió adelantar otros estudios en donde se disparó el número de leucocitos y se llevó de emergencia al niño al hospital infantil en donde lo diagnosticaron con leucemia.
“Es una leucemia del tipo T aguda es muy agresiva por lo que decidimos traérnoslo a monterrey para que recibiera sus primeras quimioterapias para posteriormente buscar una subrogación por medio del ISSSTE para que el niño continúe con su tratamiento”
La leucemia/linfoma T (LLTA) es una neoplasia linfoproliferativa T agresiva, producida por la infección del virus linfotropo T humano tipo 1 (HTLV-1).
El pasado viernes Sebastián recibió su primer quimioterapia con buenos resultados y efectos propios de la misma, sin embargo la cuenta del hospital asciende a más de 100 mil pesos por lo que buscan la ayuda de la población para poder sostener el tratamiento.
Para poder ayudar a Sebastián puede comunicarse al número 8341411569 o hacer transferencias a las cuentas 5579100248643304 de banco Santander o al 4152313829031744 de Bancomer.
Por Raúl López García