¿Con quién jugarían los ex gobernadores de Tamaulipas, en la contienda por la gubernatura de julio venidero?
Como actores actuantes en la vida pública del estado, sólo están: Manuel Cavazos Lerma, Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú. Los otros o ya no están físicamente con nosotros o fueron recluidos en cárceles de alta seguridad -Tomás Yarrington en USA, lo que lo tiene aislado de todo evento en la región-; el caso de Hernández Flores, es menor: continúa preso en un penal mexicano y sigue opinando sobre el escenario tamaulipeco.
Cavazos Lerma, entiende lo que representaría si se mueve; pueden salir expedientes que no le convienen. En estos momentos, es de los ex que con mayor y mejor discreción se ha movido, después de dejar el cargo del Ejecutivo estatal.
Se puede afirmar, que ni le va ni le viene el resultado. En términos llanos, se puede decir que ha sido un extraordinario ex gobernador; probablemente, el mejor de todos en la época contemporánea.
Que se sepa: no ha propuesto a ningún personero para algún cargo en la burocracia estatal y menos ha tomado protagonismo en contiendas electorales locales. Ha sido representante del PRI en algunos comicios en otras entidades del país, pero en su estado nada.
Yarrington tiene sólo una débil posibilidad desde las crujías gringas: se cartea con uno o dos de sus amigos y socios matamorenses. Se informa sobre los escenarios regionales, pero está imposibilitado para girar opiniones políticas -está prohibido por los carceleros que leen todo documento que sale de la prisión de su mano-.
Es decir: de política, ni un punto, ni una coma.
Hernández Flores, es el de mayores protagonismos de todos. Habla largo y tendido de la grilla tamaulipeca con sus familiares y amigos que lo visitan con asiduidad. Da opiniones y tira línea a sus allegados y beneficiados -a muchos convirtió en millonarios- para ir con tal o cual proyecto. Lo laxo de los penales mexicanos, le ha dado la oportunidad de seguir operando como un actor más -por supuesto: sin la potencia de antaño- en la actividad pública tamaulipeca.
Torre Cantú, inexplicablemente, ha mostrado simpatías con el partido que encubrió a los asesinos de su hermano y envenenó su conciencia al manipular los expedientes para involucrar -cierta o falsamente- a priistas relevantes tamaulipecos.
No existe otra explicación por su afinidad con los azules, más que una muy clara: la compra de impunidad.
El panismo le facilitó la huida a Nuevo León, sin mancha.
Precio nada desdeñable, para un ex gobernador que dejó hecho trizas el presupuesto de los tamaulipecos.
En ese esquema, Geño es el único ex alcalde y ex gobernador que ha dado fe de militancia contraria al PAN. Es evidente: ese ánimo opositor está impulsado por el enfado que guarda a quienes lo llevaron preso.
En números concretos: un ex gobernador para Américo y otro para el Truco.
¿Cuál ex mandatario, posee mayores consensos?
Hoy, es aventurado decirlo.
Esos fenómenos, sólo pueden evaluarse a posteriori.
Esperemos el cinco de julio.
Por José Ángel Solorio Martínez