TAMAULIPAS.- La noticia de que un ejemplar de orca pigmea recaló en el puerto yucateco de Dzilam de Bravo alertó a la población local, que de inmediato se organizó para rescatarlo y trasladarlo a un lugar seguro en espera de su recuperación.
El animal estaba varado en el puerto de abrigo de esta localidad, en una zona peligrosa porque abundan muchas piedras. Las y los habitantes acudieron rápidamente a auxiliarlo y llamaron a las autoridades ambientales para preguntarles qué hacer para salvar su vida.
“En ese momento no sabíamos si regresarlo al mar o trasladarlo a un lugar más cómodo. La orca estaba muy nerviosa, se movía mucho y respiraba muy agitado”, relató la joven Victoria Avilés Pastrana, quien junto con sus amigos conforman la agrupación de voluntarios Jóvenes Aliados al Medio Ambiente (JAMA) de ese puerto.
Ante la posibilidad de que el ejemplar estuviera enfermo, se tomó la decisión de llevarlo a la estación biológica de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) ubicado en Dzilam de Bravo, en donde hay una pileta poco profunda para colocarlo y ahí se pudiera recuperar.
“Como entre 10 personas lo subimos a una camioneta de la Policía Municipal para sacarlo de las piedras de la escollera y llevarlo a la estación. Mientras tanto, entre toda la gente que llegó hicieron una cadena para pasarse cubetas para llenar la pileta con agua de mar”, contó Victoria.
Con mucho cuidado, pusieron el mamífero en este sitio para que estuviera húmedo y le siguieron brindando atención para tranquilizarlo, en espera de que llegaran especialistas de Biología Marina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) para poder saber su estado de salud.
El académico y responsable del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán, Raúl Díaz Gamboa, explicó que se trata de un ejemplar macho de edad avanzada, quien aparentemente sufre una afección en su sistema respiratorio.
“Las orcas pigmeas son animales de aguas profundas, de la familia de delfines, que no están acostumbrados a esta zona. Recaló porque está muy enfermo”, señaló.
Junto con sus estudiantes de la licenciatura de Biología Marina, el doctor Díaz está monitoreando el estado de salud y la respiración del animal. Le pusieron una sabana amarrada en unas maderas para inmovilizarlo y de esta manera evitar que se golpee con las paredes de la pileta.
Ahora sólo queda esperar que lo revise un médico veterinario especialista en mamíferos marinos, quien le va a tomar muestras médicas y de esta manera conocer con exactitud de qué está enfermo. De esta manera podrán aplicarle un tratamiento médico y evaluar si se puede liberar en el mar.
“La idea es que tenga más oportunidades de sobrevivir en su hábitat, porque no es viable dejarlo durante semanas en la pileta ni llevarlo a un delfinario en donde pudiera poner en riesgo a otros animales”, apuntó el experto.
El académico destacó que la comunidad de Dzilam de Bravo puso el ejemplo al sumarse para rescatar al animal que estaba en peligro, pues incluso durante horas en la noche se movilizaron para poder trasladarlo a un lugar seguro.
“La gente de Dzilam siempre se solidariza para causas ambientales, siempre nos unimos cuando se trata de salvar animales que recalan en la costa. A través de las redes sociales se enteraron de lo que había ocurrido con la orca y fue que todos se unieron para ayudarla”, sostuvo orgullosa Victoria.
Eso sí, dijo que no van a estar satisfechos con su labor hasta que el animal se recupere y sea liberado en altamar.
CON INFORMACIÓN DE HERALDO DE MÉXICO