CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Aunado a la desesperación e incertidumbre por tener un ser querido enfermo, cientos de personas tienen que aguantar temperaturas extremas mayores a los 40 grados bajo el sol y a la intemperie.
Así lo denuncian usuarios del Seguro Social quienes afirman que por la pandemia, los guardias niegan que esperen dentro de las clínicas para recibir informe de sus familiares.
“Estoy en el Seguro desde hace dos días y no hay donde resguardarse del sol, sólo en la mañana, y no hay bancas ni sombras.
Las pocas que existen están obstruidas por negocios de alrededor”, señala Carmen quien se resguardaba con una gorra solamente.
Familiares de enfermos platican que pese a que han relajado los protocolos de salud, por la baja en contagios de COVID-19, los guardias de seguridad no permiten esperar dentro.
“Mire aquí en este jardincito hay sombra, pero no los quieren dentro y aquí estamos en la banqueta rentamos silla por diez pesos y solo pega la sombra en la mañana y después da el sol y estamos todos amontonados”.
Por eso se tienen que soportar las altas temperaturas y el sol a su máxima potencia por horas, incluso días o resguardarse en la poca sobra que producen los puestos junto a la calle.
“Y si nos metemos dentro en un rodete que funge como jardín, los echan los guardias para afuera sin ningún a consideración la peor parte se la llevan las personas que vienen de afueras, pobre gente” dijo Carlos quien iba por su segunda botella de agua para soportar el calor.
Por Raúl López García
Expreso-la Razón




