ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- «De la noche a la mañana sentí una bolita en mi pecho, no me dolía pero en tres meses me creció muy rápido» relata la señora María de la Luz Garza Aregullin quién a los 58 años de edad fue detectada con cáncer de mama.
Ahora, 6 años después, a sus 64 años y tras una ardua lucha en la que en muchas ocasiones perdió las fuerzas, ha ganado la batalla venciendo al cáncer y ha tocado la campana de la vida
Residente del ejido Aquiles Serdán de Altamira señaló tras descubrirse esta «bolita» que acudió al médico donde le hicieron un estudio y tras hacerse la biopsia le confirmaron que si tenía cáncer.
«Me hicieron 16 quimios y 25 radiaciones y después la operación para quitarme el seno pero gracias a Dios estoy viva; fue una lucha de 6 años de batalla pero si se puede» explicó.
Madre de tres hijos explicó que tuvo que asistir al hospital oncológico de Ciudad Victoria para someterse a estas quimios.
Relató que en este tiempo perdió el cabello, las cejas y las pestañas y llegó a pesar hasta 46 kg.
Por su parte el señor Antonio Garcia Martínez de 67 años de edad y esposo de María de la Luz refirió que hubo momentos muy difíciles pero en ningún momento se separó de ella.
» Nosotros vimos a una paciente que nos contó que cuando le dijeron que tenía cáncer su esposo la dejó; en ningún momento he dejado yo a mi esposa día y noche estado con ella» refirió
Prefirió que le da gracias a Dios porque su esposa está viva ya que en todo este proceso conocieron a mujeres que también enfrentaban el cáncer y que ahora ya no están
Fue ayer lunes cuando en un significativo evento efectuado en las instalaciones del DIF de Altamira presidida por la señora Rosy Luque de Martínez presidenta del sistema DIF y en compañía del alcalde Armando Martínez Manríquez informaron que la señora María de la Luz tocó la campana de la vida el pasado 19 de mayo en el hospital oncológico de Ciudad Victoria.
Refirió que recibieron apoyo del sistema DIF para gastos de pasaje hacia Ciudad Victoria entre otros apoyos.
Durante este evento y luego de que don Antonio señalara que estaba sin poder trabajar , el alcalde Armando Martínez se comprometió a construirles un pequeño local de madera para que pudieran vender sus dulces en vez de andar en su triciclo luego de que ellos son comerciantes ambulantes.
Por Silvia Mejía Elías/ La Razón