TAMAULIPAS.- A la exigencia de “Ni un feminicidio más” se une el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar para promover el documental “Caníbal, Indignación Total”, una producción propia de la SCJN y la televisión privada, el propósito, según el profesor en derecho, es buscar un cambio cultural y de conciencia para que autoridades y comunidad “nos tomemos en serio este fenómeno”.
Para Zaldívar “los feminicidios en México son una tragedia colectiva que ya no podemos seguir tolerando; alrededor de once mujeres son privadas de la vida diariamente; hay muchos municipios donde nuestras niñas y mujeres viven con miedo; si se es niña y es pobre la pueden matar y desparecer y nadie las busca”.
Con este diagnóstico, realizan la producción con la que pretenden que los asesinatos de mujeres no sigan siendo parte del paisaje mexicano; Pero, el cartel de presentación de la cinta, publica los rostros de las víctimas y con estos conforman el rostro del asesino serial y eso, de entrada, es no respetar la memoria de las mujeres asesinadas.
No he visto el documental, sin embargo, conozco la historia que trascendió en medios el año pasado, un septuagenario, Andrés Filomeno Mendoza fue apresado por el feminicidio de Reyna N, y este asesinato condujo a muchos más del asesino serial, a más de una veintena de mujeres les quitó la vida, en Atizapán, Estado de México.
Durante tres décadas, el hombre se dedicó a violentar mujeres, matarlas, esconder los restos, y se presume que llego a ingerirlos; treinta años y nadie nunca vio nada; más de una veintena de feminicidios y ninguna autoridad oyó ningún reclamo. Un caso que, no resuelto por el sistema judicial, sino por un particular que, por carambola, dio con el feminicida serial.
Este hecho que nos horrorizó de miedo, principalmente a las mujeres mexicanas, por la característica de los delitos, fue descubierto por un solo individuo que buscaba a su esposa desaparecida, Bruno, que como muchos familiares de víctimas se topó con un sistema judicial que fue omiso ante su petición de búsqueda, no le ayudaron y él, como elemento policial, inició su propia investigación. Y descubrió el infierno en el que “El Viejón”, como le apodan al feminicida confeso, desollaba a sus víctimas.
La historia se cuenta sola, pero como sea guionistas, cineastas, documentalistas y periodistas se juntaron para producir esta serie, que quizás contenga más morbo que reflexión, y como dicen sus autores, que el Caníbal de esta cinta se inspiró en el Hannibal de Hollywood, inspire a otros más y el espectáculo del feminicidio continúe. Y para colmo, el documental se proyecta en horario estelar y por tele abierta, en el mismo canal que estimula la cosificación sexual de las mujeres.