TAMAULIPAS.- Nunca un periodista debe ser el protagonista de la historia, quizás algunas veces lo es por intención y egocentrismo, pero lamentablemente no es el caso de Antonio, reportero de los de antes, sin egos, formado por amor al arte de hacer periodismo, evolucionado a su tiempo y muy empático con los más vulnerados, sus caracteres en twitter son huellas digitales de una expresión acuciosa, siempre del lado ciudadano. Tras su muerte, su rostro está en primera plana local, nacional e internacional.
Mi solidaridad con esta casa editora Grupo Expreso – La Razón, con su familia y con toda la sociedad, cegaron una voz que siempre hará mucha falta.
Más de diez mil 400 seguidores, nos quedamos desprovistos de sus alertas; irrumpió en la red de twitter en febrero de 2011, con la aclaración de que sus apuntes ahí no representaban el punto de vista de su casa editora. Sin embargo, su nombre trascendió como Tony expreso y se volvió Trending Topic; con mucho pesar, miedo y enojo sus compañeros lamentamos su muerte.
Trasciende como parte de una estadística sangrante que cuenta los muertos, los de la guerra de Calderón, los del gremio periodístico, las de los feminicidios, las y los que diariamente son acaecidos de muerte no natural. Aunque esta normalizado, no es natural que nos arrebaten así las vidas.
Pocas veces cruce palabras sonoras con Tony, pero nos seguíamos mutuamente en la red, las letras nos tejían algunas conversaciones virtuales, y en algunas charlas presenciales llegue a comentarle que lo consideraba como un amigo imaginario, un ser virtual con el que se coincide por la profesión de informar, pero no tuve la oportunidad de conocerle más, ahora, a través de los escritos periodísticos de sus colegas, confirmo lo que imaginaba de él por su palabra escrita, sé que fue un buen padre, esposo, amigo, reportero meticuloso y honrado ciudadano.
Ya sin sus letras, Tony apareció en portada a blanco y negro en el Expreso, de luto, y su fotografía traspasó fronteras, todos los diarios hablaban de él, en televisión, radio y medios digitales su asesinato ha sido la nota principal, la narrativa periodística toda acompañada por la exigencia de justicia, el grito de ¡ya basta!, la plegaria para la salvación de su hija y el eco de “no se mata la verdad, matando periodistas”.
“Y cuando no estas…busco tus huellas en el polvo de la Luna…entre sueños escondidos, entre almas vagabundas, entre rosas”, esta cita posteada en su Twitter desde 2017, con la postal de la luna y el tigre, quedan ahí para la memoria colectiva.