El incremento en el número de contagios de Covid en Tamaulipas, debido a la quinta ola que afecta ya al país, generará otro impacto económico en todas las regiones de la entidad.
De acuerdo con cifras de organizaciones no gubernamentales, en el ámbito nacional ya se perciben los efectos del surgimiento de esta nueva oleada de casos de Covid, después de haberse mantenido unos pocos meses estable y luego a la baja.
El relajamiento de las medidas preventivas entre la población, alentadas por un deseo entendible de las autoridades para tratar de normalizar las actividades sociales y públicas para reducir el estancamiento económico y buscar recuperar empleos, propició que ahora se enfrente un escenario que puede complicarse.
Esta semana leía el reporte Termómetro Laboral de la firma OCC Mundial, una compañía especialista en el sector, que puntualiza en el tema de la falta de preparación de numerosas empresas, especialmente de medianas a pequeñas y micros, que no tienen una estrategia para hacer frente a la reducción temporal o definitiva de su plantilla laboral a causa de Covid.
El asunto tiene que ver con los aspectos social, económico y de bienestar de los ciudadanos, porque quienes tienen una actividad productiva en cualquier empresa, sea en Tamaulipas o en otra entidad, están de cierta forma a merced de las decisiones que impulsivamente tomen los empleadores ante la necesidad de cubrir vacantes que dejen los trabajadores enfermos.
Y ya se sabe, como lo dice el reporte, que ante la falta de un plan preciso para enfrentar el fenómeno, numerosas empresas deciden aumentar la carga laboral, los horarios y las responsabilidades a los mismos trabajadores que se queden cubriendo a sus compañeros que se ausentan a causa del Covid, pero en consecuencia no amplían la cobertura de beneficios salariales ni prestaciones. Es decir, hay una improvisación que se basa en el cuidado de los ingresos de las empresas más que del cuidado de la salud de su personal.
En Tamaulipas, las cosas no son diferentes, pues con el crecimiento del índice de contagios en las últimas semanas ha quedado en evidencia no solo la falta de un plan específico en las empresas para afrontar el problema del ausentismo laboral derivado de los contagios, sino también, la carencia de fuerza y voluntad de las autoridades federales y estatales del sector para hacer cumplir la ley.
No se trata solamente de las medidas de prevención en materia sanitaria que deben adoptar todas las unidades económicas y hasta las dependencias públicas de los tres niveles de gobierno, sino de mantener de manera consistente prácticas que se consideren parte de una nueva cultura de responsabilidad social de las empresas.
Aunque los Ayuntamientos, el gobierno estatal y hasta la Federación estén tratando de prolongar lo más posible la emisión de decretos que restrinjan nuevamente la movilidad urbana, las concentraciones de personas en espacios públicos y privados, abiertos o cerrados, más temprano que tarde se tendrá que asumir la responsabilidad de tomar decisiones firmes para contener el aumento en el número de contagios.
Se entiende que las autoridades no desean ser señaladas por dar pie a otro impacto económico negativo que provoque pérdida de empleos, reducción de los niveles de bienestar laboral o pérdidas en las empresas a causa de las restricciones, pero si se observa que sigue creciendo el problema no quedará otra alterativa.
Tan solo en Tamaulipas, las autoridades sanitarias confirmaron que se han registrado más de 157 960 casos positivos, de los cuales se han recuperado 143 606 mil personas y han fallecido 7 mil 881. Las cifras muestran una tendencia a la alza, a pesar de los esfuerzos que se han realizado en los últimos dos años y medio que se ha enfrentado la pandemia. Todos los municipios costeros y la mayoría de los fronterizos están en semáforo rojo, debido a la gravedad del problema.
Tarde o temprano, decía, las autoridades sanitarias y laborales tendrán que tomar decisiones que busquen el cuidado de la salud de los trabajadores, pero deberán ser equilibradas para encontrar la fórmula adecuada para que las medidas que se anuncien no impliquen otro golpe a las finanzas de las empresas y por ende, a la economía del país.
Claro, es más fácil decirlo y escribirlo que hacerlo, pero es su trabajo encontrar la manera de conseguirlo, porque hay variables que deben analizar antes de decidir. Por ejemplo, que tan solo el mes pasado a nivel nacional el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó una reducción de 8.6% en el número de empleos formales registrados y una caída en la cantidad de lazas laborales eventuales, lo que nos da una idea de lo que puede venir más adelante si no se acierta en la estrategia.
En cuanto a la prevención para evitar un impacto masivo en ele estado, la realización de jornadas de vacunación ha ido ampliando la cobertura de la población con al menos una dosis, pues esta semana se llevó a cabo en la zona sur la aplicación del biológico a niños que tienen entre 5 y 11 años de edad.
Con este grupo etario incorporado parcialmente a la población vacunada, en Tamaulipas se estima que un 61% de los ciudadanos tienen por lo menos una dosis, lo que reduce teóricamente las posibilidades de que los efectos del virus sean severos en quienes se contagien. No obstante, la tardanza en la inmunización de los menores aumenta el riesgo de que en esta quinta ola sean quienes más sean afectados. Esperemos que no.
ESCOTILLA
Todos conocemos a alguien, cercano o no, que en estos dos años y medio se ha contagiado. La mayoría ha salido avante pasados unos días, otros siguen sufriendo secuelas y unos más, han perdido la batalla. Con ellos hay que tener empatía y brindares apoyo en la medida de lo necesario.
La quinta ola de contagios afecta por igual a quienes ya están vacunados que a los que no. Por eso, para cuidarse todos, hay que seguir con las medidas preventivas como si el peligro ni hubiera pasado. Y en cuanto a quienes en este momento enfrentan el proceso de recuperación a causa de un contagio, mis mejores deseos de un pronto restablecimiento de su salud. Pronto estarán de vuelta en sus actividades.
POR TOMÁS BRIONES
abarloventotam@gmail.com