Desde el 2018 que Morena llegó a la Presidencia de la República ha dispersado en todo el país una batería de programas sociales que rápidamente se convirtió en el corazón de la Cuarta Transformación.
Guste o no, se trata de un despliegue sin precedentes que hace honor a la máxima obradorista de “primero los pobres”.
¿Por qué a pesar de que la oposición dispara munición cada vez más gruesa contra el presidente, sus índices de popularidad -por lo menos- se mantienen intactos?
Las cifras de los programas para el desarrollo, publicadas por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, sirven para entender el fenómeno político que sacude al país y que cimbró a Tamaulipas primero en el 2021 y luego el 5 de junio pasado.
Entre enero y diciembre del 2021, en la entidad 489,629 personas fueron beneficiarias de alguno de los apoyos que entrega el Gobierno Federal. En total, el gasto social en el estado durante 12 meses fue de 6,218 millones de pesos.
La Secretaría de Bienestar fue la que más recursos entregó a más personas: 4,679 millones de pesos para 290,325 ciudadanos, la mayoría adultos mayores: 245,191 que recibieron su pensión bimestral de 3,100 pesos.
Pero a esa lista también deben sumarse los apoyos para el bienestar de las “niñas y niños, hijos de madres trabajadoras”, los microcréditos para el bienestar y la pensión para las personas con discapacidad permanente.
De la Secretaría de Educación Pública llegan recursos a Tamaulipas para 169,218 jóvenes estudiantes que reciben la Beca Benito Juárez para preparatoria y para Educación Básica, o la beca universitaria Jóvenes Construyendo el Futuro.
En total, durante el 2021 aterrizaron 988 millones 600 mil pesos en la entidad por estos apoyos para los alumnos de todos los niveles.
El otro gran emblema de la política social de la 4T es el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que el año pasado apoyó a 17,335 tamaulipecos de entre 18 y 29 años de edad con una inversión total de 370 millones de pesos.
La Secretaría de Agricultura también mantiene disponibles cuatro programas de desarrollo: el de precios de garantía a productos alimentarios básicos que ha entregado 38.2 millones de pesos a 775 campesinos; el de producción para el Bienestar para 9,717 pequeños y medianos productores; el de productores de caña de azúcar que beneficia a 2,258 personas y el de productores indígenas que en el 2021, solo tenía el registro de un beneficiario.
La distribución geográfica de los apoyos sociales también ayuda a entender por qué la frontera se ha convertido en la región más obradorista de la entidad.
Ahí ha penetrado como en ninguna otra la estrategia del Bienestar de la 4T.
De los 245,191 adultos mayores que recibieron una pensión en el 2021, 29,346 están en Reynosa, 28,042 en Matamoros, y 21,784 en Nuevo Laredo.
Si se atiende lo que ofreció durante su campaña el ahora gobernador electo, Américo Villarreal Anaya, cabe esperar que a partir del próximo año estas cifras que ya son altas, se incrementen aún más.
De otra forma, su oferta de un gobierno humanista que atienda las primeras necesidades de la población y reconstruya el tejido social no podría cumplirse.
Por Miguel Domínguez Flores