La Suprema Corte de la Nación busca una nueva ley para prevenir, investigar, sancionar y reparar el feminicidio, se trata de un proyecto general que unifique la penalidad a nivel nacional, ya que hasta ahora cada estado lo sanciona de forma diferente, cuando es qué, se alcanza al agresor y se le sanciona, porque los datos dicen que solo el 25 por ciento de asesinatos de mujeres se clasifican como feminicidios y de estos, solo 1 de cada 10 se castiga.
La propuesta la hace el Ministro Arturo Zaldívar luego de una reflexión, que dice él, generó la serie Caníbal, un documental mal visto por las estudiosas de la sociedad actual, con enfoque de género; para las feministas, la proyección que se lanzó en televisión pública y privada con mucha promoción, hace franca apología del feminicidio, no aporta nada nuevo y queda como cualquier nota roja que encumbra al asesino serial de mujeres.
Igual, la nueva propuesta de tipificación a este delito, pareciera que no trae nada nuevo, el comunicado que envía la Corte, resalta, palabras más, palabras menos, que se propone porque hay que normalizar los protocolos de investigación, y se reconoce que en algunos estados los códigos penales están mal elaborados, son inoperantes y un “obstáculo para la investigación de los feminicidios”.
Con la enmienda, se coordinarán los tres niveles de gobierno, donde corresponderá a la autoridad local la investigación y los procesos judiciales respectivos y se prevé crear el “Protocolo Nacional de Investigación de Feminicidios”, lo que sea que eso traiga consigo, parece más de lo mismo.
Habrá además medidas “de reparación integral y prevención del delito” como si no las hubiera desde antes. La homologación de la penalidad alcanzaría los 60 años de cárcel. También se incluyen penas para quienes realicen apología de este delito.
La espectacularidad con que se presentó el proyecto de la nueva ley, no superó la proyección que tuvo el primer capítulo de la serie del feminicida, pero pareciera que es la secuela del documental o un formato nuevo para promocionar un show mediático del feminicidio.
Las acciones del ministro han generado opiniones divididas entre las colectivas feministas, las más críticas le reprochan oportunismo y le refutan que muchas de las propuestas ya están en el papel. Cada quién tiene una visión distinta, pero donde todas coincidimos es que lo que se requiere abatir es la impunidad, la penalidad queda en buena voluntad si no se juzga e investiga bien cada caso y sobre esto no se avanza.
Así sean cincuenta o cien años de cárcel, si no se logra contener la violencia feminicida, sino se da con los agresores, se no se contiene el delito, todo es letra muerta.
Y sí, tiene razón el ministro, cuando dice que estamos viviendo una “tragedia colectiva”, una y otra vez las mujeres han marchado pidiendo atención a esta “emergencia nacional”, pero una película o más discurso, no cambiará la historia, lastimosamente, para las mujeres.
Por Guadalupe Escobedo Conde