TAMAULIPAS.- Parece ser que el tema de moda es la inflación, pero por desgracia no es solo un fenómeno del momento, sino que la inflación ha decidido estar presente en la economía por un buen rato todavía. Es evidente que el aumento de precios ha seguido una tendencia acelerada y no ha sido posible contenerla, pese a todos los esfuerzos del Banco de México y alzas históricas en la tasa de interés, la inflación no da tregua a la economía mexicana. Tal es el caso que el índice de inflación para junio 2022 fue de 7.99%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi.
Al analizar de forma desagregada cada uno de los componentes del Índice Nacional de Precios al Consumidor se observa que los alimentos y productos agropecuarios han registrado un mayor aumento de precio.
Cabe señalar que las presiones que ha experimentado el índice de inflación se deben a factores externos e internos de la economía. En relación con las presiones externas, una de las más importantes es el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, el cual ha afectado de forma negativa el precio de las materias primas.
No obstante, el problema de inflación no se debe solo a factores externos, en el caso de México las presiones internas que se visualizan en el índice son factores propios de las condiciones internas del mercado, dichos factores han ejercido enorme presión desde 2020 con el brote de la pandemia.
El impacto de la inflación es evidente y ha impactado fuertemente el bolsillo de los consumidores, tal es el caso de productos como la papá, el huevo o aceites, donde es posible visibilizar el enorme aumento de precio. En datos se observó un aumento de 23.96 por ciento en el precio del huevo, o un aumento en de 10.64 por ciento en el pago de electricidad.
Ante esta situación empresas como BlackRock han comentado que el aumento en los niveles de inflación no son una cuestión de demanda y por tal motivo las acciones del banco central, aumento de tasas de interés, no será suficiente para contener la inflación. Esto significa que un aumento de tasas no contendrá la inflación y dicho índice puede continuar al alza.
Cabe señalar que las condiciones de oferta en el mercado laboral no han sido las adecuadas, puesto que no se han recuperado los niveles tras la pandemia y la interrupción de las cadenas productivas han ejercido también una enorme presión. Así que el aumento de tasas no tendrá un impacto, puesto que la inflación parece estar desde el lado de la oferta.
Es tal la situación que el banco central subió su pronostico para la inflación y comenta que se espera una inflación promedio de 8.1% para el tercer trimestre de este año y que la meta de 3% no será posible alcanzar hasta el primer trimestre de 2024.
Es importante saber que si los precios continúan en aumento, el impacto al bolsillo será enorme, por lo que será necesario recurrir a estrategias financieras que permitan optimizar los recursos financieros que se tengan.