TAMAULIPAS.- Si resultara veraz la denuncia de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, acerca de las supuestas grabaciones íntimas de sus propias compañeras de partido para mantenerlas bajo control demostraría, además de una mentalidad perversa, que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, es capaz de cualquier cosa para mantenerse en el cargo no solo en contra del sentir de los propios militantes del tricolor sino también de los mismos aliancistas.
La eventual posibilidad seguramente infunde inquietudes. ¿Quizá temen que el campechano haya grabado también conversaciones comprometedoras de los representantes de la “Alianza Va Por México”, para impedir que lo saquen de la cúpula partidista sin exponerse al riesgo de sufrir graves consecuencias?
Porque, de no ser así, ¿en qué se apoyaría entonces Alito para alardear de que seguirá al frente del PRI no únicamente hasta el 2023, cuando concluirá su gestión, sino el 2024, que será asimismo el que definirá y dará el visto bueno a las listas de los candidatos a diputados federales, senadores y presidencia, y que le tiene sin cuidado lo que digan y hagan quienes no están de acuerdo con su proceder? ¿Sera acaso esa una de las razones por las que los jerarcas del PAN, el PRD y los empresarios han guardado a la fecha silencio ante escándalos y descrédito que ha padecido el aún número uno del Revolucionario Institucional y las repercusiones negativas que este golpeteo mediático ha tenido contra la coalición opositora rumbo a la carrera por las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, pero sobre todo de la sucesión presidencial? No se tiene idea, pero es un hecho que, cualesquiera que sean, no encuentran la forma de prescindir del presidente del ex Riesgos y temores partido hegemónico sin hacerle daño a la alianza política contra la 4T.
Por otra parte, la embarrada que Moreno Cárdenas le dio en el audio de la semana a su homólogo de Acción Nacional, Marko Cortés, quien aparentemente estaría al tanto de las maniobras del exgobernador de Campeche para continuar en el puesto, pese a los escándalos de los audios, entre los panistas se han agudizado los sentimientos de rechazo a que el PAN siga aliado con el PRI.
En temas locales, mientras que en el PAN solamente suenan entre los presuntos interesados en asumir las riendas estatales del partido político al término del periodo de Luis René Cantú, dos exaspirantes a candidato a gobernador, el diputado Gerardo Peña Flores y el alcalde de Tampico, Chucho Nader, y el excandidato a gobernador, César Verástegui, en las filas de Morena, la lista de los presuntos aspirantes encabezada por el diputado José Braña Mójica es numerosa.
Sin embargo, como la reestructuración será de cara a la elección presidencial, se tendrá cuidado de elegir a personas de convicción, no como el actual jerarca Enrique Torres que hasta le jugó las contras al gobernador electo Américo Villarreal o las diputadas mercenarias morenistas que emigraron al partido albiazul, casos concretos de Nancy Ruiz, Nayeli Lara, Leticia Sánchez, Lidia Martínez y Leticia Vargas, y echaron abajo la mayoría ganada por Morena en las urnas. El pasado 15 de julio se cerró plazo de registro tanto de los precandidatos a ocupar los noventa asientos del nuevo Consejo Político, como del nuevo Comité Directivo Estatal, en el primer caso las elecciones tendrán lugar el 30 y 31 de julio, dentro de 23 días, en el segundo el 6 del próximo mes de agosto.