“Nosotros no pensamos en el patriarcado, nosotros estamos haciendo nuestro trabajo” dice Ciro e interrumpe a su entrevistada, Olimpia Coral, a quien él buscó para que le respondiera los cuestionamientos sobre la postura feminista ante la masiva cobertura de la noticia del primer hombre beneficiado por la Ley Olimpia, y ese es precisamente el problema, que hombres como él, no estén pensando en las desigualdades y violencias estructurales que enfrentamos las mujeres, todas, todos los días.
Parecía una simple plática, en la radio nacional, una entrevista cotidiana donde el periodista cuestiona a su interlocutora y la interrumpe, y la acorrala, y la juzga sin perspectiva de género. Con marcaje personal de superioridad le intenta explicar la importancia del trabajo periodístico que él realiza, incluso sostiene que el tiene más experiencia en el debate público que la activista, la minimiza, pero no la vence; No señor, Calladitas no nos vemos más bonitas.
Desde un día antes, el comunicador cuestionó en pantalla abierta, las líneas publicadas por Olimpia, respecto a la aplicación de la ley a favor de un hombre; nunca la intención de la activista fue denostar a la víctima por ser varón, su comentario, acertado, fue que mediáticamente tuvo mucha atención por su condición de género, además critico que, en este caso, la aplicación de la justicia fue pronta y expedita.
El periodista abiertamente a intentado desvalorizar el movimiento feminista actual, en su forma de comunicar denota que no le gusta el tema, que no entiende la lucha de las mujeres, tiene, eso sí, a cuadro y junto a él a una coconductora a la que todas las noches interrumpe, a la que le explica cosas, le permite hablar solo lo justo, por cierto los temas que tienen que ver con violencias hacia las mujeres se los deja a ella, como para cumplir las formas, pero en el fondo demuestra su negación a corregir una conducta misógina.
Y el problema es que no es el único, hay muchos hombres como él, empoderados, frente a un micrófono, con una pluma, una pantalla, una voz, que siguen normalizando la inequidad de género, que no han entendido ni tantito las demandas de las mujeres que están cambiando al mundo, las que están en la primera línea de batalla, como Olimpia, en acción por derribar el sistema opresor patriarcal.
Hay muchos Ciros, en las redacciones de los periódicos, en la producción de contenidos televisivos y radiales y ahora también al mando de las plataformas informativas digitales, de ahí la dificultad para seguir haciendo periodismo feminista, con visión de género que ayude a dar mejor tratamiento a las noticias y que esto coadyuve a la formación de generaciones mejor informadas respecto a la igualdad sustantiva y una vida libre de violencia.
Los hombres, todos, deberían estar ya informándose y entendiendo el reclamo de justicia de las mujeres, el feminismo nos mejora a todos como comunidad.
Por Guadalupe Escobedo Conde
