VICTORIA, TAM.- La administración estatal que entrará en funciones a partir del 1 de octubre lo hará mientras se confecciona el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 para ser entregado en el Congreso de la Unión, y se prepara el Paquete Económico Estatal.
Mientras tanto, tendrá que cerrar el año con los recursos que ya están comprometidos, y que le servirían apenas para cumplir con la operatividad estatal del último trimestre.
Entre las aportaciones y participaciones federales, y los ingresos propios por la recaudación local, de octubre a diciembre del 2022 el gobierno del estado recibiría poco más de 17 mil millones de pesos si se cumple lo estimado en la Ley de Ingresos y se mantiene el patrón presupuestal del 2021. Con ello, el Ejecutivo tendría que cumplir con todas sus obligaciones de cierre de año: el pago de servicios personales, generales y continuar con la amortización de la deuda que se heredará y que al 30 de junio del 2022 ascendía a 22 mil 162 millones de pesos en total, entre la deuda a largo plazo y la deuda a corto plazo.
Además, de ese total, tienen que distribuirse las participaciones y aportaciones a los municipios que en cada trimestre ascienden a poco más de 2,600 millones de pesos. El Ejecutivo estimó para este año ingresos totales por 68 mil 786 millones de pesos, la mayor parte provenientes de aportaciones y participaciones federales.
Las aportaciones, de acuerdo a la ley, llegan etiquetadas para el pago de la nómina y el gasto educativo, los servicios de salud, obras de infraestructura social y educativa, fortalecimiento institucional y la seguridad pública.
En cambio las participaciones, llegan “sin etiqueta” y pueden ejercerse de manera más libre.
En el último trimestre del 2021, Tamaulipas recibió en total ingresos por 17,551 millones de pesos, de los cuales el 83% provinieron de gasto federal: 6,194 millones de pesos de participaciones y 6,676 millones de pesos de aportaciones.
A eso, debería sumarse la recaudación propia que pudiera lograr el aparato fiscal estatal. Si se repitieran cifras similares a las del cierre del año pasado, el monto ascendería a cerca de 1,700 millones de pesos para los últimos tres meses, la mayor parte proveniente del cobro de impuestos locales -sobre todo el impuesto sobre la nómina- y el resto del pago de derechos y permisos, como los relacionados con los trámites vehiculares.
El gobernador electo, Américo Villarreal Anaya, ha insistido en que su comité de enlace será muy escrupuloso en la revisión de la situación financiera de la entidad, a la cual no tendrán acceso sino hasta el 1 de septiembre cuando inicie formalmente el proceso de entrega-recepción.
Para ello, dio a conocer que además del equipo formal integrado por diez personas que por ley podrán ingresar a las oficinas públicas para conocer el estado de la administración, se diseñó un grupo de 400 personas que tendrán la tarea de fiscalizar la información que se reciba.
“Cada una de ellas, cada uno de ellos cuentan con el perfil necesario para cumplir la responsabilidad, son gente honesta, con formación profesional en distintas áreas y capacidad técnica probada. Se trata de gente capaz, que suscribe nuestro ideal de servicio, que cree en el extraordinario potencial de nuestra entidad y en la capacidad que tenemos las y los tamaulipecos para transformar nuestra realidad”, expresó.
Recientemente, Jesús Lavín Verástegui, coordinador del comité de enlace del gobierno entrante, dio a conocer que revisarán a detalle los cambios que se han hecho en las últimas semanas a la estructura de algunas dependencias de gobierno.
LOS GASTOS MÁS FUERTES
Al estar en curso todavía el ejercicio fiscal 2022, la administración de Américo Villarreal solo podrá cumplir con lo que dicta el Presupuesto de Egresos y que compromete por ejemplo, cerca de 6,770 millones de pesos para el pago de servicios personales (salarios, compensaciones, etc) del último trimestre, y más de 1,100 millones de pesos para servicios generales.
“Pondremos especial cuidado para valorar el destino dado al presupuesto 2022, de manera que se pueda concluir adecuadamente el presente ejercicio”, dijo recientemente el gobernador electo, quien también ha expresado que se pondrá mucha atención sobre la deuda que se herede.
El estado analítico de la deuda publicado por la Secretaría de Finanzas señala que al 30 de junio del 2022 el estado tenía una deuda a corto plazo de 171 millones 532 mil pesos, una deuda a largo plazo de 15 mil millones 839 mil pesos y “otros pasivos” por 6,151 millones de pesos, lo que hace un total de más de 22 mil millones de pesos.
Durante los primeros seis meses del año, según la información hecha pública por la Secretaría de Finanzas, se amortizaron 1,908 millones de pesos, la mayoría en deuda a corto plazo (1,750 millones de pesos) y el resto a los créditos que sostiene el gobierno estatal con instituciones bancarias.
A reserva de conocer con exactitud la situación financiera de la entidad, el gobernador electo ha expresado su confianza en que contarán con el respaldo del Gobierno Federal.
“Quiero ratificarles que comenzaremos el nuevo sexenio con mucho respaldo y muchas ganas de resolver los problemas de la gente”, dijo en una conferencia de prensa, “No tenemos tiempo que perder. El pueblo de Tamaulipas está esperando que se eliminen todas las barreras y llegue cuanto antes el marco de beneficios para el bienestar que ofrece la Cuarta Transformación”.
Él y su equipo ya han sostenido reuniones con el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, a quien entregó una serie de proyectos de inversión para el estado, entre ellos la construcción de la segunda línea del Acueducto de la Presa Vicente Guerrero a Ciudad Victoria y más obras para resolver las necesidades de agua en los municipios.
La intención es que esos proyectos sean incluidos en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, que pronto empezará a confeccionarse para que sea entregado a la Cámara de Diputados a más tardar el 15 de noviembre.
POR STAFF