TAMAULIPAS.- La Guardia Nacional (GN) instituida el 26 de marzo de 2019 por instrucción presidencial, cuenta con alrededor de 118 mil elementos (en su mayoría ex policías federales, soldados y marinos) que, desde el pasado día nueve, ya forman parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SeDeNa) al reformar el Senado de la República su ley reglamentaria. Esto para legitimar la disposición de Andrés Manuel López Obrador de que las funciones administrativas, financieras y operativas (de la GN), sean manejadas por el alto mando del Ejército Mexicano En concreto, nos encontramos en la antesala de una militarización que pocos ciudadanos aprueban.
Y los más objetan exhibiendo la ambivalencia del tabasqueño, pues en campaña ofreció que los soldados volverían a sus cuarteles en seis meses (cuando mucho), para que la seguridad pública en lo sucesivo fuera atendida por corporaciones civiles.
No obstante su tendencia al militarismo lo llevó a promover la iniciativa de que la SeDeNa intervenga en todos los programas de seguridad pública que se desarrollan a los largo y ancho del país –en tareas de investigación, labores de inteligencia y persecución de delitos–, por encima de entidades, como las policías investigadoras federal y estatales.
E incluso, preventivas, considerando que éstas sustituyeron a las municipales, por su ‘connivencia’ con grupos criminales, originando su desaparición en 2013 bajo el mandato presidencial de Enrique Peña Nieto para cederles a los gobiernos estatales el control absoluto de la (in)seguridad.
A cuatro años de haber arribado al poder, el mentado ‘Peje’ reculó por, quizá presiones de la usura internacional o por su obsesión de militari zar al país en aras de cederle la estafeta al núcleo castrense, al concluir su etapa presidencial. Ciertamente, la Guardia Nacional desde su creación poco ha hecho en cuanto a restablecer la seguridad pública en el país, ya que los efectivos no han recibido un entrenamiento militar ni tampoco los militares la enseñanza adecuada para convivir con los civiles, por acatar ordenes impositivas.
En concreto, advierto que el país está a punto de militizarse. Sobre todo, porque la fuerza castrense tendrá atribuciones tantas, que la sociedad civil habremos de acatar so pena de ir a prisión por desatender ‘su autoridad’, pese a los excesos cometidos (por ellos), atropellos legales, extorsiones y violaciones a los derechos humanos como bien lo denuncian las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s).
Al respecto, el general Luis Rodríguez Bucio destaca que “la presencia de la Guardia Nacional se mantiene con 241 cuarteles distribuidos” en todo el país (con 266 coordinaciones regionales); y se prevé, incorporar a 10 mil elementos más este año para alcanzar 128 mil efectivos.
Los resultados de la efectividad de la Guardia Nacional, sin embargo y pese a lo que diga el mentado ‘Peje’, no son como para festejar, porque en todo México siguen registrándose eventos cruentos, como el asesinato de periodistas; los secuestros, ‘el cobro de piso’, contrabando, narcotráfico, al menos, sin que ponga orden la GN.
Echándome un ‘clavado’ en las redes sociales, me encontré versiones que desacreditan la iniciativa presidencial por, según refieren, estar a punto de marcar el inicio de una militarización. ¿Usted lo cree? Yo también.
TEATRO LEGISLATIVO
Hablando de mujeres y traiciones va consu miéndose la LXV Legislatura del Congreso local, con un patético espectáculo, ¡Vaya forma de prostituir el ejercicio came ral! Lo peor del caso, es que son mujeres las que confirman la hipótesis de ‘quien traiciona una vez, tracciona siempre’. Su infidelidad salta a la vista, deshonrando no sólo su ejercicio político, sino también se burlan de quienes por ellas votaron creyendo en sus falsas promesas de legislar por una mejor vida.
Se lo comento porque hace días, dos di putadas que arribaron a la LXV legislatura por Movimiento Regeneración Nacional (morena) y el Partido del Trabajo (PT) al inicio de los trabajos camerales renunciaron a esa bancada, aunque en distintas fechas, y hoy regresan al grupo parlamentario guinda.
morena empezó esta legislatura con 20 diputados –17 uninominales y tres plurinomi nales–, pero, en la instalación, se quedó con 18, al renunciar (antes de constituirse el pleno), Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez López, para incorporarse al PAN, siendo morena todavía mayoría. Tuvo el control de la Junta de Coordinación Política –Armando Javier Zertuche Zuani la presidió–, pero en marzo próximo pasado la perdió, tras las renuncias a la bancada de morena de Nancy Ruiz Martínez y Consuelo Nayeli Lara Monroy, disminuyendo su nomenclatura a 16 integrantes.
En junio 13 del año en curso, Leticia Vargas Álvarez también renunció a morena para adherirse al PAN, acusando a Erasmo González Robledo e incondicionales de querer arrebatarle la diputación para imponer a Cynthia Jaime (la suplente), reduciendo a 15 la integración del grupo. Tras la caída de Zertuche Zuani la JuCoPo fue ocupada por el panista Félix Fernando García Aguiar (alias ‘El Moyo’), hasta el cierre del segundo período de sesiones ordinarias del primer año de ejercicio constitucional. Sin embargo, lejos de ocuparse de los asun os legislativos la bancada de morena se dedicó a entorpecerlos, merced a su disputa con el PAN por el control del Congreso.
Al nombrarse la Comisión Permanente presidida por el albiceleste, se suscitó otra escaramuza porque, supuestamente, a los ‘morenos’ no se les permitió votar por tercera vez (ya que en los dos ejercicios anteriores hubo empate) para designar a sus integrantes, por lo que impugnaron la elección ante el Tribunal Electoral de Tamaulipas (Trieltam), que resolvió a su favor, constituyendo otra diputación permanente.
La bancada albiazul no acató la resolución y ha seguido sesionando la comisión permanente presidida por uno de los suyos, gracias al fallo que el Tribunal Superior de Justicia emitió para validarla. No obstante, el miércoles 14 morena incrementó a 17 las curules, tras el retorno a sus filas de Consuelo Nayeli Lara Monroy y Leticia Sánchez Guillermo. Inclusive se presume que a partir del uno de octubre próximo, cuando de inicio el primer período de sesiones del segundo año de esa legislatura, habría otros desprendimientos de Acción Nacional para que el membrete guinda recupera la mayoría mediante fuertes ‘cañonazos’ tal y como en su oportunidad lo hiciera el rebaño albiceleste.
EL GABINETE Hace una semana, el doctor Américo Villa rreal Anaya le ofreció a la prensa que daría a conocer parte de su gabinete el lunes venidero. Y, como hombre de palabra que es, seguramente los revelará para de una vez por todas poner fin a tantas elucubraciones.
De su equipo de transición seguramente surgirán cuando menos cinco secretarios: Jesús Lavín Verástegui, Joel Hernández Navarro, Lucía Aimé Castillo Pastor, Raúl Hernández Chavarría y Francisco Cruz Vela. Héctor Villegas González (a) ‘El Calabazo’ (cuya presencia no ha sido confirmada en el Co mité de Enlace), Norma Angélica Pedraza Melo, Verónica Adriana Aguirre de los Santos, Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, Luis Gerardo Illoldi Reyes y Héctor Iván Reyes Herrera, irían a subsecretarías o direcciones generales.
También se especula que, a otras carteras de primer nivel, llegarían José Ives Soberón Tijerina, Gabriel de la Garza Garza, Manuel Muñoz Cano, Tania Gisela Contreras López, Ninfa Cantú Deandar, Fernando Arizpe García, Óscar Santiago Luebbert Gutiérrez, Judith Katalina Méndez Cepeda, Carlos Canturosas Villarreal, José Ramón Gómez Leal (a) ‘JR’, y Arsenio Ortega Lozano. Incluso, que podrían ser invitados a formar parte del gabinete ampliado, el notario José Ricardo Rodríguez Martínez, y Felipe Neri Garza Narváez. Lo cierto, repito, es que las especulaciones son el pan nuestro de cada día. Y nadie tiene por qué sudar calenturas ajenas.
