TAMAULIPAS.- Los días al frente de la CANACO de Julio Almanza Armas, parecen estar contados. Utilizar las siglas como instrumento de lucro personal; presuntamente, cobrar cuotas –cuyo destino es desconocido– exageradas a los miembros del comercio organizado e intentar chantajear a Agentes Aduanales, son las gotas que están derramando el vaso de la anti-ética, de ese personaje que se alejó de los principios de esa agrupación para acercarse cada día más al submundo fronterizo.
Sobre el uso indebido de la representación que aún posee, dan fe la denuncia de los agentes aduanales, José Francisco Conde Abreu –titular– y su socio comercial Miguel Hipólito Caballero Aupar –quienes tienen su patente en Matamoros, Tamaulipas– denunciantes de fake news utilizadas por Almanza Armas. Se desprende que esas acciones son para generar una atmósfera de inseguridad y de ingobernabilidad en el ámbito de trabajo de los Agentes aduanales de la región.
En un oficio aclaratorio enviado a la prensa nacional y a las autoridades aduaneras del país, Conde Abreu y Caballero Aupar, hacen saber ante la Agencia Nacional de Aduanas de México y la Secretaría de Economía (órgano regulador de las Cámaras Nacionales de Comercio) que la CANACO y su representante en Matamoros, ha utilizado información sin su consentimiento.
Los denunciantes, refieren a notas aparecidas en medios de comunicación de la CDMX en donde según Almanza Armas, los Aduanales sufren extorsiones.
El Aduanal Conde Abrego, enfáticamente negó esos hechos
¿Qué es lo que en el fondo busca el dirigente de la CANACO con la publicación del ficticio daño a los aduanales tamaulipecos?
Almanza Armas, presiona de esa forma a la comunidad aduanal legalmente establecida, amagándola con su supuesta relación con los jefes superiores de la Secretaría de Economía del gobierno federal, para retirar de Matamoros, la posibilidad de que los aduanales tengan la autorización para legalizar el paso de migrantes por esta ciudad. Es decir: cambiar esa prerrogativa y centrarla únicamente para los agentes aduanales establecidos en la frontera del Paso, Texas.
¿Para qué esa maniobra del presidente de la CANACO tamaulipeca?
No es difícil encontrar la causa: se rumora, su intentona de cobrar de 3 a 5 dólares por movimiento que realice cada patente aduanal. Comentan, que justifica esa acción, argumentando que es para fortalecer la CANACO y poder defender con mayor fuerza a sus agremiados.
El tamaño del negocio que se asegura, quiere implementar Almanza Armas, es para tener cobertura de los 800 movimientos diarios que se realizan en el tejido aduanal, únicamente por el concepto de migrantes que tienen como destino Centro y Sud América.
Si Pitágoras no miente: es un negocio que podría llegar a los 3 mil 200 dólares al día; sólo en ese rubro.
Sin sudar; sin arriesgarse; sin agobiarse.
El ciclo político del representante de la CANACO, está cerca. Es uno de los más cercanos personajes matamorenses, al panismo tamaulipeco. De hecho, es otra faceta que presume: ser amigo de altos funcionarios del gobierno estatal.
Y sí: al amparo de las siglas que hoy ostenta, entró a trasmano, -se especula- como proveedor del gobierno tamaulipeco. Otra veta más que explota: se dice recomendar a proveedores ligados al comercio, con el gobierno del estado y los Ayuntamientos para sacar beneficios pecuniarios.
El 1 de octubre, se agotará la fuente de poder político con la cual lucra en varios ámbitos de la vida económica de la entidad.
Es ya un miembro, que hiede en la CANACO.
Es ya, un elemento tóxico que pondría en mal a la agrupación con la IV T que llegará al gobierno de Tamaulipas.
Julio debe estar angustiado.
El cambio está a punto de tambalearlo en su lucrativo cargo.
Decenas de comerciantes de buena ley, están agrupándose para pedir su salida.
El panismo -del cual forma parte en su más alto nivel, Almanza Armas- está resquebrajándose.