Con la llegada de Américo Villarreal Anaya al gobierno de Tamaulipas no todos los morenistas ganaron, los que le jugaron las contras en el proceso interno y durante la campaña electoral, igual que aquellos que cometieron errores, pagaron las consecuencias.
Alejandro Rojas Díaz Durán, que le tira a todo lo que se mueve, es uno de ellos, lo mismo que el ex dirigente estatal, Profesor Enrique Torres Mendoza, y Héctor Garza González.
El caso de Maki Ortiz Domínguez fue particular, primero impugnó la candidatura de AVA y después, en la recta final de las actividades proselitistas, rechazó la oferta del Truko que le ofrecía la Secretaría de Salud si triunfaba en la contienda y decidió sumarse al candidato de Morena, más que por simpatías y convicciones, para respaldar a su hijo el alcalde Reynosa Carlos Peña Ortiz.
En la integración del gabinete el nuevo gobernador dejó asimismo fuera al diputado Erasmo González Robledo, que quería ser Secretario de Finanzas, para desde ahí apuntalar su candidatura de alcalde de Madero, ni siquiera el respaldo del dirigente nacional de los guindas, Mario Delgado Carrillo, padrino político del legislador petrolero, consiguió que lo incluyeran en el cuerpo de trabajo.
Américo no le perdonó que a causa de su cercanía con los hermanos Carmona Angulo haya puesto en riesgo la victoria de la 4T.
Lo más que aceptó fue abrirle un espacio en el equipo de colaboradores a la ex diputada Olga Sosa Ruiz, integrante del grupo político de Erasmo, aunque todo apunta a que, según se comenta en los círculos políticos de ciudad Victoria, el paso de esta por el gabinete sería efímero.
El ex diputado Eduardo Hernández Chavarría abandonó anticipadamente las filas de la Cuarta Transformación.
A sabiendas de que correría la misma suerte del grupo de González Robledo, decidió tirar arpa en plena campaña para adherirse al proyecto electoral de César Verástegui Ostos y con ello aniquiló su carrera política.
Por motivos diversos, tampoco fueron invitados al gabinete americanista el ex priista Oscar Luebbert Gutiérrez, del que se decía que podría ser Secretario General de Gobierno, José Ramón Gómez Leal, el famoso JR, al que algunos ubicaban en la Secretaría de Bienestar.
Se ignoran las razones por las que no se incluyó el cuerpo administrativo al dirigente del Partido Verde, Manuel Muñoz Cano, al que en las semanas previas al cambio de gobierno mencionaban entre los probables para Secretaría de Desarrollo Urbano.
Cabe señalar que quizá a algunos logren acomodarse en alguna de la subsecretarías o direcciones que están pendientes de renovarse.
Ahora una pregunta que se hacen a lo largo y ancho del Estado ¿Será incómoda la relación de los alcaldes panistas con Villarreal Anaya? En el caso de Tampico todo indica que no.
Recientemente Chucho Nader expresó que la relación será institucional y que trabajará de la mano con el nuevo gobierno para seguir adelante con la construcción de una entidad que genere progreso, desarrollo y mejor calidad de vida para los tamaulipecos.
En ciudad Madero, por otra parte, el alcalde Adrián Oseguera, no para en el impulso al programa de rehabilitación de vialidades.
Un ejemplo fue la inauguración en un mismo día de la pavimentación de concreto asfáltico tres calles de la colonia Revolución Verde, las Vicente Guerrero, Josefa Ortiz de Domínguez y Reforma, obras que, además de mejorar la circulación vehicular, mejorarán también la calidad de vida de los habitantes del sector.