VICTORIA, TAM.- La infraestructura de salud en Tamaulipas sufrió en los últimos años, un grave deterioro por falta de inversiones y de personal médico que ha provocado insuficiente atención a los casos de enfermedades crónico-degenerativas y las consideradas como caras que padecen los tamaulipecos.
De los 435 espacios de atención médica en Tamaulipas, sólo los de infraestructura “grande” operan con regularidad, pero con carencias en todos los rubros.
Las unidades médicas, antes conocidas como centros de salud, de 397 que existen en el Estado, un 30 por ciento está fuera de servicio, no cuenta con un número de contacto y carecen de personal.
La infraestructura de salud estatal incluye 9 hospitales generales, 3 hospitales civiles, 2 hospitales infantiles, 5 hospitales integrales, 12 jurisdicciones sanitarias, un Hospital Psiquiátrico, un centro oncológico, el centro Renacer y 397 unidades médicas.
En 2018 de un presupuesto para la Secretaría de Salud en Tamaulipas (SST) de 5 mil 506 millones 669 mil pesos, no se etiquetó un solo peso para proyectos de inversión pública, más de 4 mil 879 millones de pesos, fueron destinados al pago de salarios y prestaciones de los trabajadores y el resto a medicamentos, materiales, insumos y publicidad de la dependencia.
En 2019 y 2020 se tenía asignación de recursos para infraestructura de 2 hospitales en proceso de construcción para sustituir los que operan en la actualidad, pero no se concretaron.
A semanas antes de que terminará la pasada administración estatal, la Secretaría de Obras Públicas aceptaba que los hospitales generales de Matamoros y Ciudad Madero no serían terminados.
La justificación, “falta de recursos federales”, de manera particular el de Madero, del cual aseguró la federación no dio el anticipo de Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que a junio de este año, requería de por lo menos 300 millones de pesos para continuar con la ejecución de la obra.
Así la infraestructura iniciada se deteriora ante la paralización de los trabajos. Del hospital de Matamoros, pese a que se trata de una obra casi concluida, y que fue entregada por el Gobernador, requería de instalaciones para oficinas administrativas que permita la operación adecuada del mismo. Opera a medias, con el servicio materno infantil, sin embargo para la atención general, hay lentitud, por la falta de unos 100 millones de pesos por parte del INSABI.
INVERSIONES MILLONARIAS, PERO LAS OBRAS A MEDIAS
Los dos hospitales generales de Matamoros y Madero iniciaron obras desde el año 2015 para terminarlos entre ambos requerían de mil 193 millones, de los cuales 611 millones de pesos eran para Madero y 582 millones para el de Matamoros.
Las obras están inconclusas: el hospital general de Matamoros requiere una inversión final de 80 millones de pesos, tiene 120 camas censables para hospitalización, 28 consultorios para unidades de atención intermedia, una sala de electro diagnóstico, cinco quirófanos, una sala de toco cirugía y dos salas de expulsión.
Además de resonancia magnética nuclear, tomografía axial computarizada, ultrasonido y mastografía, 10 unidades de cuidados intensivos neonatales, 1 unidad de terapia intensiva pediátrica y 1 de endoscopía.
El de ciudad Madero requiere de inversión para poder operar el proyecto que incluye 16 consultorios, 1 unidad de cuidados intensivos, 1 unidad de cuidados intermedios, electro diagnóstico, seis quirófanos, 2 salas de cirugía, 2 salas de expulsión, dos quirófanos para sala ambulancia.
ESTÁN EN RUINAS LOS CENTROS DE SALUD
Los centros de salud también se hallan en peores condiciones. Lucy G. enfermera de un Centro de Salud en la capital de Tamaulipas, señala que “no hay personal, no hay materiales, menos medicamentos para las personas que acuden”.
Con la falta de atención por parte de las autoridades, los usuarios dejaron de acudir, porque en muchos casos, no hay ni una línea telefónica para que se comuniquen y saber si hay doctor, para no dar la vuelta en vano, aseguró.
La gente busca ahora atención barata de los consultorios en farmacias, “ahí aunque les cobren 40 pesos por consulta, las medicinas les salen más baratas que ir a un médico particular o venir a un Centro de Salud en donde ni médico hay”.
Consideró que las nuevas autoridades de Salud deben poner atención inmediata a los centros, para reactivar la atención a las familias de escasos recursos.
“Los Centros de Salud siempre han sido un apoyo para estas familias, pero con la excusa de la COORD-19, se vinieron abajo”, concluye.
POR NORA ALICIA HERNÁNDEZ