Cuando se habla de educación financiera se hace referencia al proceso que ayuda a las personas a tener una mejor comprensión de los diferentes servicios y productos financieros, así como el riesgo y beneficio que conlleva su uso, con el fin de tomar las mejores decisiones con información suficiente y que ayuden a mejorar el bienestar económico personal y familiar.
En México, la educación financiera se relaciona con el nivel educativo y el nivel de ingresos, esto significa que un individuo con mayor nivel de educación y sueldo es más probable que tenga un mayor conocimiento sobre productos financieros; mientras que un individuo con menores estudios y menor sueldo tendrá un menor conocimiento financiero, de acuerdo con la OCDE.
Considerando estos puntos es posible vislumbrar que México, es un país que carece de educación financiera, situación que se complicó con la llegada de COVID, una pandemia que nadie esperaba, y la lenta respuesta de la economía mexicana y global por retomar los niveles de producción e ingreso pre-pandemia.
La pandemia puso en enfoque la vulnerabilidad financiera que tienen los mexicanos, ya que en muchos casos no se contaba con la capacidad de hacer frente a situaciones negativas, como la de estos dos últimos años. Tampoco se estaba preparado para el nivel de incertidumbre que todo esto conllevó y las consecuencias economicas que sufrieron los hogares. Asi que fue evidente que existe insuficiencia de educación financiera que afecta gravemente el bolsillo de las familias mexicanas.
Por tal motivo, se han puesto en marcha diversos programas e iniciativas, públicas y privadas, que buscan mejorar el conocimiento financiero de los mexicanos. Tal es el caso que del 19 al 28 de octubre la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) lleva a cabo la Semana Nacional de Educación Financiera 2022, que bajo el lema “pon tu dinero a trabajar y administra tu futuro”, busca hacer conciencia en la población sobre la importancia de la educación financiera.
Y es posible que muchas personas se pregunten ¿para qué sirve la educación financiera? ¿esto ayuda en algo a mis finanzas familiares? Como primera respuesta es posible decir que la educación financiera permite tomar decisiones informadas sobre la forma en que administrar tus recursos financieros, es decir te permitirá saber cómo ahorrar y también cómo invertir, lo que se traduce en mejores rendimientos de largo plazo. Pero no solo eso, también permite que como entes economicos se tengan mayores competencias en materia financiera, las cuales brindan la posibilidad de ser libres financieramente hablando.
Además, también brinda los conocimientos necesarios para saber cómo conducirnos antes instituciones bancarias, y así poder saber cuáles son nuestras obligaciones y derechos. De este modo, se pueden tener experiencias positivas con estas instituciones, las cuales van a impactar en nuestra percepción de cómo conducirnos en el sistema financiero respecto a un producto o servicio.
Recodemos que contar con educación financiera permitirá que nuestro bolsillo y el de nuestra familia no sean tan vulnerables. Y sobre todo, que a largo plazo se tengan mejores proyecciones financieras, no seamos tan vulnerables a choques externos económicos y también que nuestras finanzas familiares sean resilientes.
Por Angélica González López